PERSONAS DESCONOCIDAS

El reportero de temas judiciales John Katzenbach (Nueva Jersey, 1950) tras el éxito alcanzado por su novela “El psicoanalista” (2002) desarrolla en esta ocasión un relato cuya trama gira en torno al drama familiar que afecta al equilibrio psicológico de los Gibson. El matrimonio acaba de perder a su hija Tessa, una adolescente de 13 años, que ha desaparecido sin dejar rastro una noche cuando regresaba de pasar unas horas con su mejor amiga.
El caso, ocurrido veinte años atrás, fue archivado ante la inutilidad de las gestiones llevadas a cabo por la policía local. A pesar del tiempo transcurrido, Gabriel Dickinson y Marta Rodríguez, dos inspectores caídos en desgracia, se ocupan de revisar antiguos delitos, no resueltos en su momento por su extrema dificultad. Ambos deciden investigar el caso de la chica, al comprobar la presencia de ciertas irregularidades en los informes policiales. Dispuestos a partir de cero, los agentes interrogan a los supervivientes y descubren varios crímenes cometidos contra personas relacionadas con Tessa que, de seguir con vida, hubieran aportado valiosos testimonios sobre el trágico suceso. Al avanzar en sus investigaciones, los inspectores perciben una manifiesta hostilidad de los superiores, que les ordenan abandonar las pesquisas en marcha y prestar atención a otros expedientes que consideran de mayor interés. Sin embargo, al margen de las órdenes recibidas, los inspectores no se muestran dispuestos a acatarla. Proceden a interrogar a los padres de Tessa y a los dos ancianos policías que llevaron el proceso, cuyas declaraciones les confirman las sospechas sobre la existencia de una trama secreta con múltiples y oscuras ramificaciones. Dickinson y Marta reciben graves amenazas de muerte, que los agentes ignoran, dispuestos a no ceder en su empeño de resolver el misterio que parece rodear el caso de la adolescente perdida. Las tensiones se acumulan cuando se producen varios suicidios y nuevos asesinatos, que afectan a personas estuvieron próximas a Tessa y alertan a los policías sobre los riesgos de seguir adelante con su trabajo. La novela se desarrolla con cierta lentitud debido a las extensas referencias sobre las neurosis que afectan, tanto a los dos inspectores como a otros personajes, y crean un clima depresivo que resta agilidad a la intriga policiaca hasta quedar desplazada a un segundo plano.

© Reseñas bibliográficas Fundación Troa