PESADILLA

Pesadilla es una de las dos novelas del escritor alemán Hans Fallada (1893-1947) cuyo nombre real era Rudolf Wilhelm Ditzen, que se publicaron, en el otoño de 1947, meses después de morir el autor, el 6 de febrero de ese año, a causa de una insuficiencia cardíaca. La obra narra la vida de un escritor de cierta fama, a lo largo del primer año de paz tras el final de la Segunda Guerra Mundial. Refugiado en el campo para huir de los bombardeos de los Aliados sobre Berlín permanece durante el verano de 1945 en ese lugar, presencia la llegada del ejército ruso e incluso, por breve tiempo, se convierte en el alcalde del pueblo. La necesidad de recuperar su antigua vivienda de Berlín le obliga a regresar con su mujer a la capital, donde no encuentra más que ruinas, su casa ocupada por personas desconocidas y desvalijada la mayor parte de sus enseres. Desanimado, enfermo y casi sin dinero, se esfuerza por incorporarse a una vida en paz que le permita volver a escribir.
La obra, de trasfondo autobiográfico, refleja con fuerza expresiva el dolor de un hombre de mediana edad cuyo mundo se ha derrumbado y no se siente con fuerzas para afrontar el futuro. Desaparecida su confortable y hasta lujosa vida burguesa, y abrumado por la enfermedad de su mujer, adicta además a la cocaína, comprueba que la mayoría de sus amistades ha desaparecido y que nadie está dispuesto a ayudar a nadie. Los buenos modales en sociedad han dejado paso a la lucha por la existencia en términos de crudo primitivismo y el robo y el engaño predominan sobre las normas de una convivencia pacífica. Testigo de su tiempo, Fallada describe un retrato de época cuyo contenido responde plenamente a la palabra que lleva por título la obra. Hambre, frío, desolación y pasividad son los elementos que forman la trama junto con la falta de esperanza. Sin embargo, poco a poco la tradicional laboriosidad del pueblo alemán se impone al drama de la derrota, a la pérdida de infinidad de vidas y al sentimiento de ser objeto del odio de gran parte del mundo. Los escombros se retiran, las casas se reconstruyen, vuelve la actividad laboral y los sentimientos humanos nobles afloran de nuevo; seguir viviendo y trabajar es la consigna de posguerra. Intensa en su contenido y sucinta en el desarrollo de la acción, esta novela, ambientada con realismo y escrita con una prosa cuyo vigor no ha perdido vigencia con el paso del tiempo, muestra el lado humano de la derrota de Alemania y la forma de superarla mediante el aprendizaje del sufrimiento.

© Reseñas bibliográficas Fundación Troa