PETUNIA PETULANTE Y EL ENORME Y CARÍSIMO DIAMANTE

El argumento del segundo episodio de las aventuras de la pequeña y consentida princesa Petunia, de la dinastía Petulante, se refiere al temor que se apodera del país bajo la amenaza de unos temibles piratas. Los filibusteros quieren apoderarse de un gran diamante que adornaba, en tiempos pasados, la corona de la reina y que está es escondido no se sabe dónde. Con su barco anclado en una caleta, frente al palacio real, se disponen a desembarcar, no sin antes disparar el cañón de a bordo y destruir parte del edificio. Los reyes, la princesa y sus mascotas, el hambriento dragón Sandra y la liebre de la luna, más el tío Julián, lunático hermano de la reina, recorren los pasadizos secretos subterráneos que toda fortaleza debe tener, en busca del preciado diamante. Tratan de encontrarlo antes de que pueda caer en manos de los piratas. El episodio, como el primero de la serie, es una parodia de los relatos clásicos de piratas y de los tradicionales cuentos de princesas. La acción se desarrolla a base de recursos narrativos sencillos, teñidos de fantasía y de un humor surrealista, acorde con el gusto infantil por lo estrafalario. Los personajes son muy originales en su trazado y tanto su modo de actuar como su forma de expresarse resultan divertidos y atrayentes. Tan inverosímil como entretenida, esta historia acierta a combinar el ingenio aventurero de Petunia, la insensatez de la liebre y la torpeza del dragón, para lograr, contra toda lógica, desbaratar la acción de los malvados piratas. Las abundantes ilustraciones y los juegos tipográficos que animan el texto completan su carácter, más lúdico que literario.

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