POR EL OJO DE UNA AGUJA. LA RIQUEZA, LA CAÍDA DE ROMA Y LA CONSTRUCCIÓN DEL CRISTIANISMO EN OCCIDENTE (35

Peter Brown (Dublin, 1935) catedrático de historia del Mundo Antiguo en universidades británicas (Oxford-Londres) y norteamericanas (Berkeley-Princeton) ofrece en esta obra un extenso trabajo de investigación sobre los primeros siglos del cristianismo, desde su reconocimiento por Constantino (año 312 d.C) hasta después de la caída del Imperio(año 550).
La obra abarca los distintos territorios dominados por Roma, desde la península italiana a las provincias de Hispania, Galia, Mauritania y Britania, más tarde invadidas por los pueblos bárbaros que también fueron receptores de la fe cristiana. El profesor Brown, de formación protestante, centra el estudio en las diversas formas de interpretar el valor de la pobreza siguiendo las palabras de Jesús en el Evangelio, cuando afirma que le es más difícil a un rico lograr la salvación que a un camello pasar por el ojo de una aguja. De acuerdo con esta recomendación, los fieles cristianos acaudalados dedicaron buena parte de sus riquezas al socorro de los necesitados y ayudas a la Iglesia que permitieron edificar nuevos templos y facilitar a los clérigos los medios para una vida desahogada. Sin embargo, la sobriedad y el espíritu de pobreza personal fue una actitud constante entre los cristianos de aquella época donde destacaron figuras como san Agustín de Hipona, san Ambrosio, san Jerónimo y san Gregorio Magno, a cuyas vidas, obra y doctrina se dedica particular atención. La obra defiende la tesis de que los últimos siglos del Imperio no resultaron tan calamitosos como los presentan ciertos historiadores y que la penetración de las nuevas costumbres religiosas se llevó a cabo con suavidad, sin imponer la Iglesia unos valores que fueron asumidos por la sociedad post-romana. Dentro de la extensa documentación y numerosas citas bibliográficas propias de un ensayo de corte académico, se aprecia un notable esfuerzo para simplificar el lenguaje que, no obstante, exige en el lector una formación científica e intelectual de alta especialización. Las cuestiones teológicas y ciertas herejías debatidas en esos años por algunos de los Padres de la Iglesia, aparecen tratadas por el profesor Brown de acuerdo con una óptica protestante. Con ánimo simplificador, se relativizan los contenidos de fondo al considerar las discusiones doctrinales como formas aceptables de interpretar el mensaje del Evangelio en una época caracterizada, según el autor, por rivalidades de orden personal.

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