POR LEY SUPERIOR

El escritor italiano Giorgio Fontana (Saronno, Varese, 1981) plantea en su novela Por ley superior el dilema que afecta al fiscal suplente de Milán Roberto Doni, ante el recurso de apelación presentado por un abogado defensor contra la sentencia condenatoria del tribunal de delitos penales de la audiencia de esta ciudad.
Se trata del caso en el que Jaled, emigrante tunecino, ha sido condenado a severas penas de cárcel como cómplice de la agresión por arma de fuego en la que una joven italiana, acompañada de su novio, resultó herida de gravedad. Aunque los autores materiales del disparo se dieron a la fuga, Jaled fue identificado como uno de los acompañantes del grupo y sentenciado en calidad de implicado en el delito. El fiscal Doni, ya en la madurez y conocido por su trayectoria de magistrado insobornable, se dispone a confirmar la sentencia puesto que las pruebas de la policía y las declaraciones de los testigos no dejan duda sobre la culpabilidad del procesado. Felizmente casado, al final de su brillante carrera y a la espera del último destino previo a la jubilación, Doni disfruta de un bien ganado prestigio profesional así como de un elevado nivel de vida que se propone mantener mientras sea posible. Semanas antes de la fecha señalada para el recurso, recibe la visita de Elena Vicenzi, joven periodista que asegura haber encontrado pruebas que demostrarían la inocencia del inculpado Jaled. Según las afirmaciones de Mohamed, uno de sus compañeros de trabajo, los dos amigos se encontraban lejos del lugar donde se cometió la agresión, circunstancia que no había declarado antes por temor a la policía. Después de entrevistar al testigo y convencido de su sinceridad, a Roberto Doni se le plantea un dilema de conciencia que le obliga a elegir entre el ejercicio del ministerio fiscal que exige perseguir al delincuente y la práctica seguridad de condenar a un inocente como es el caso de Jaled. El debate interno se agudiza al pensar que si anula la sentencia quedará desprestigiado ante sus colegas y perderá su elevado puesto en el escalafón de cara a un futuro ascenso dentro del cuerpo ya en vísperas de su jubilación. Giorgio Fontana que lleva a cabo un meritorio ejercicio de introspección psicológica del personaje, descrito con lenguaje sencillo y directo de notable calidad literaria, sitúa la acción dentro del atractivo ambiente urbano e histórico del paisaje y las gentes de la ciudad de Milán. El recorrido por calles y plazas, edificios antiguos y nuevos ayuda al fiscal en sus reflexiones y le permiten resolver sus dudas existenciales hasta llegar a una respuesta coherente con el sentido de la justicia que ha caracterizado su trayectoria humana y profesional.

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