¿QUÉ ES LA AUTORIDAD?

Este breve ensayo de H. Arendt es importantísimo para el pensamiento político. Breve y denso, como todo lo de la autora alemana, distingue claramente entre el poder, la autoridad y la violencia. Arendt reivindica el pensamiento clásico, el griego, y su incidencia en la conformación de nuestra identidad política. Y explica cómo hay una línea de continuidad entre la idea de acción surgida en el contexto del aristotelismo, el derecho y el civismo romano, el republicanismo renacentista y las modernas formas de revolución.
Si hay una tradición cívica, hay otra de carácter antipolítico. Y esta es la cristiana: desde las enseñanzas de san Pablo a las de san Agustín, según Arendt, en el cristianismo hay una devaluación del mundo incompatible con el compromiso con la fe. Es evidente que la interpretación se puede cuestionar, pero ayuda a poner de manifiesto por qué es necesario repensar el nexo entre religión y política y la manera en que el conflicto entre ambas puede ser claramente terapéutico para la esfera pública.
Arendt ofrece una definición normativa de poder: es aquello que tiene que ver con la acción conjunta, con la coordinación de los ciudadanos. Por ello, tiene una clara naturaleza democrática. Las formas de influencia, autoritarias, que soslayan la conciencia colectiva no son políticas, sino mero ejercicio de fuerza o violencia. Está claro que Arendt tiene en mente la noción de legitimidad, aunque no abunda en esa problemática.
El libro es rico en consideraciones, está bellamente traducido y muestra a las mil maravillas por qué la filósofa alemana era una pensadora de raza, importante, a la que no se puede perder de vista. Ayuda a entender qué papel juega cada ciudadano en la polis y por qué no puede uno desatender la manera en que se toman las decisiones colectivas, salvo que tenga una mentalidad privatista y no tenga interés en el mundo.
Lectura de profundidad, que ayuda a entender en toda su complejidad los problemas políticos.

TROA