SIEMPRE HEMOS VIVIDO EN EL CASTILLO

Dos hermanas y su tío viven encerrados en su gran casa, en la que cuatro miembros de la familia habían muerto envenenados, acosados por el odio de los habitantes del pueblo. La llegada de un joven pariente desencadenará una serie de sucesos imprevisibles y dramáticos.
La novela, escrita en primera persona por la menor de las hermanas, refleja de manera impecable los esfuerzos de ésta por huir de la terrible realidad, refugiándose en un mundo de magia y fantasía. Las descripciones, realistas y llenas de colorido, se entremezclan hábilmente con detalles reveladores de la inestabilidad psicológica de la protagonista. El enfoque es original y el estilo, de muy buena calidad, es tenso y sugerente. La autora traza, con mano segura, un fuerte contraste entre la conducta rastrera de los que se consideran inocentes y la sensibilidad y capacidad para la ternura y el amor de quienes son tenidos por culpables.

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