- Editorial: PLAZA JANES
- Año de edición: 2020
- Materia: Libros de viajes
- ISBN: 978-84-01-02246-3
- Páginas: 384
- Encuadernación: Rústica
- Colección: Pyj
- Idioma: Español
Ahorras un 5,0%
22,90 €
21,76 €
Añadir a mi cestaAhorras un 5,0%
22,90 €
21,76 €
El escritor Javier Reverte (Madrid, 1944) ha combinado obras de ficción e históricas con numerosos libros de viajes. Sus lectores han recorrido con él el mundo entero, desde tierras africanas en la trilogía Los caminos perdidos de África; Asia, en La noche China; y Norteamérica, en El río de la luz, sobre la frontera entre Canadá y Alaska, a su sueño neoyorquino en Nueva York, Nueva York. Y muchos más lugares.
En Suite italiana, escribe un libro de viajes en el que no viaja solo, sino que lo hace con los numerosos autores que ya han visitado los lugares que él está dispuesto a recorrer. Por ejemplo, de Venecia recuerda la frase de Nietzsche, un único lugar en la tierra, y a un autor, Thomas Mann, que quedó prendado por la ciudad, dejando testimonio de su pasión en una de sus grandes novelas: Muerte en Venecia, que llevaría al cine Visconti. Pero Venecia también le recuerda a Rilke y a Byron. En su libro, Reverte intercala citas breves de esos autores con las que ilustra un texto en el que tanto hace referencia a la historia de la ciudad y a sus vaivenes políticos como a los paisajes, a la luz y al colorido.
En un viaje que, según explica, cerró con cierta precipitación, su segunda etapa es Trieste, la cuna de Claudio Magris, una ciudad plomiza -tristeza de Trieste al decir de Pla-. Reverte titula El irlandés errante el capítulo dedicado a esta ciudad; y el irlandés es James Joyce. Otro capítulo Los ángeles terribles, también en Trieste, lo protagoniza Rilke. Tras una etapa en Roma que titula De guerras y desastres, viaja hacia el sur de Italia, la tierra de Honorables asesinos y bandidos guapos, como titula la etapa por las bellísimas tierras sicilianas, con sus carreteras que parecen senderos para cabras, las trattorías y su mafia. A la Cosa Nostra dedica varias páginas porque no es algo circunstancial sino bien enraizado en su historia y en sus gentes. Hasta llegar a Palermo, donde rememora con viveza El Gatopardo y recorre con agrado las calles y las plazas por las que Lampedusa transitaba a diario.
TROA
Añadir a mis favoritos
Compartir