TANTOS LOBOS

El novelista madrileño Lorenzo Silva (1966) galardonado con los premios Nadal 2000 y Planeta 2012, reúne en este volumen cuatro relatos de la serie que protagonizan el subteniente Bevilacqua y la sargento Chamorro, miembros de la Unidad Central de la Guardia Civil dedicada a la investigación criminal.
Cada uno de los casos descritos presenta circunstancias y rasgos distintos respeto al lugar, a la condición de las víctimas y a los motivos y formas de actuar de los asesinos. Muestran, sin embargo, elementos comunes que se refieren a que las actuaciones del equipo transcurren en verano y afectan a mujeres menores de 20 años, desde la infancia a la adolescencia. Los hechos narrados se localizan respectivamente en Madrid, Asturias, Extremadura y Almería, lugares a los que se desplazan los agentes de la Guardia Civil en el cumplimiento de su misión. Además de los protagonistas citados, en esta ocasión cuentan con la ayuda de jóvenes que, como el cabo Arnau, se esfuerzan por alcanzar la eficacia y experiencia de los veteranos. El oficial Bevilacqua, reflexivo, sereno y hábil a la hora de distinguir la verdad o falsedad de los declarantes, recibe el complemento de la intuición y sagacidad femenina que aporta la sargento Chamorro. Ambos, con un solo gesto imperceptible, se relevan en los interrogatorios para desconcertar a los sospechosos, a la espera de cualquier duda o contradicción que ayude a resolver el caso. Lo hacen con gran respeto, no solo a los derechos del ciudadano, sino también a la dignidad de las personas, incluso cuando se trata de crímenes tan repugnantes como el caso de la niña de cinco años asesinada en una playa del Almería. En el mismo contexto de actos repulsivos puede incluirse el episodio titulado “547 amigos” en el que la víctima, una adolescente de 14 años perece a manos de un predador informático que, tras abusar de ella, abandona el cadáver en un área de servicio de la AP 6, en las proximidades de Madrid. Ingenio, constancia, sentido del deber y espíritu de superación, son las cualidades que Lorenzo Silva atribuye en sus novelas a la Guardia Civil y que los ciudadanos, cada vez con mayor grado de conocimiento, reconocen. Los casos descritos se inspiran en delitos reales que el autor convierte, gracias a su acierto en las descripciones ambientales y hábil manejo de la intriga, en ficción destinada a los aficionados al género policiaco. Aunque se procura evitar las referencias de carácter morboso que acompañan algunos crímenes, a veces los sospechosos, durante los interrogatorios, emplean un lenguaje descarnado propio de los bajos fondos.

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