TESLA Y LA CONSPIRACIÓN DE LA LUZ

Miguel A. Delgado utiliza, para ésta su primera novela, el género literario conocido como ucronía, o novela histórica alternativa, para situar la aventura del joven Edgard Kerrigan en el Nueva York de 1931. La trama se inicia el día del fallecimiento de Thomas Edison, considerado como un héroe nacional desde que inventara la bombilla eléctrica. Sin embargo, es en este momento cuando partidarios del científico Nikolas Tesla, condenado al ostracismo por los poderosos del país, deciden sacar a la luz la impostura de Edison quien, según ellos, se apropió de las ideas de Tesla sobre la corriente alterna que le darían los logros científicos, la fama mundial y el poder en el primer tercio del siglo XX.
Especulando sobre realidades alternativas ficticias, y aprovechando el gran margen que da la ucronía a la creación literaria, el autor describe una ciudad de Nueva York de los años treinta del pasado siglo en la que ya ha sido posible desarrollar casi todos los logros científicos basados en el electromagnetismo pensados por los investigadores más relevantes como Edison, Marconi, Tesla o Titus de Bobula. La robótica está en pleno apogeo, el control sobre el clima y la luz ha cambiado la habitabilidad del planeta, y los transportes se realizan casi exclusivamente a través del aire. El Titanic que consiguió salvarse del hundimiento gracias a un invento de radiocontrol de Marconi, sigue surcando las aguas oceánicas para los que aún desean viajar entre los recuerdos del pasado. Pero la energía eléctrica, que ha resultado ser la única fuente de poder, da pie a una conspiración de la luz y una lucha encarnizada para dar a conocer quién fue en realidad el precursor de todos estos logros.
Gran admirador de Tesla, Miguel A. Delgado, escribe una novela entretenida y curiosa sobre la figura legendaria y poco conocida, fuera del ambiente científico, de Nikolas Tesla.

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