THEODORE BOONE. 5: EL FUGITIVO

Theodore Boone y sus compañeros de clase llegan a Washington con motivo de una visita cultural organizada por la escuela de Enseñanza Media donde estudia en Strattenburg, una ciudad norteamericana de mediano tamaño. Hijo de un matrimonio de abogados muy comprometidos con su trabajo y dispuesto él mismo a continuar la carrera profesional de sus padres, recién llegado a la capital reconoce en el metro a un fugitivo de la justicia acusado de asesinar a su mujer que era uno de los criminales más buscados por el FBI. A partir de ese momento, comparte el tiempo dedicado la visitar a los museos y monumentos de Washington con la obligación de informar a la policía de su descubrimiento.
La novela, perteneciente a una serie con la que John Grisham se inicia en la literatura juvenil, narra con detalle los pasos que es necesario dar para asegurarse de la identidad del sospechoso, trasladarlo a su Estado e iniciar un nuevo proceso para juzgarlo. El autor pone de manifiesto su conocimiento de cómo funciona el proceso penal en Estados Unidos y su capacidad para verterlos en una trama consistente y bien construida. El interés del protagonista por todo cuanto se refiere al ejercicio de la abogacía constituye el eje de la acción que gira en torno a la duda de si el detenido podrá ser condenado o no a muerte. El autor se declara claramente contrario a la pena capital por boca de la mayoría de los personajes aunque favorable a la prisión perpetua. Teo por su edad no puede aún estudiar Derecho pero se muestra dispuesto a hacerlo cuando acabe la enseñanza media, atraído por la importancia de las tareas que ve ejercer a jueces, fiscales y abogados defensores. Bien escrita, la novela consigue mantener la tensión de intriga hasta el desenlace y logra presentar de modo atractivo, aunque también realista, la importancia de la misión social que el recto ejercicio de la justicia encierra.

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