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La muerte repentina del director del Eco de Vigo, episodio que inicia la novela ambientada en esa ciudad gallega, sumerge a su hijo Antonio en una depresión afectiva que aumenta con el paso de las horas. No le sirven de consuelo las muestras de condolencia que recibe de centenares de amigos y colegas de la prensa local, entre los que su padre gozaba de gran prestigio por sus cualidades humanas y profesionales demostradas durante más de treinta años de ejercicio del periodismo. Casado con la hija del propietario de la cabecera del periódico, logró revitalizar la publicación y renovar su línea editorial de acuerdo con los nuevos tiempos. Francisco Castro (Vigo, 1966) narrador, periodista y poeta ha recibido varios premios de ámbito local escritos en lengua gallega.
El protagonista, rememora, en primera persona, la imagen de un padre ejemplar, dedicado a la formación de su hijo, que sembró en él la afición a la lectura y el conocimiento de autores y libros clásicos que le facilitaba de acuerdo con su edad. Entre los buenos recuerdos de infancia y juventud tan solo queda la sombría imagen de una madre fría y despegada, que mantenía con el marido una relación distante para guardar las formas en la sociedad burguesa. Sin embargo, un suceso inesperado altera la vida de Antonio y le sumerge en un torbellino de sentimientos cruzados. De modo inexplicable, recibe en su ordenador un mensaje, emitido desde el correo electrónico de su padre con unas palabras que solo conocían ellos dos: Tienes hasta las diez. Se trataba con esta frase clave, de señalar la hora límite para resolver preguntas y adivinanzas con los que el padre desafiaba la perspicacia de su hijo. Intrigado, Antonio revisa los papeles y documentos de viejos archivos, recibe del notario el testamento del padre y descubre en este la existencia de una doble personalidad, desconocida para él. Bajo una capa de bonanza y respeto a la moralidad del régimen franquista, el director del Eco de Vigo mantuvo a una amante, luchadora por las libertades del pueblo y dueña de una imprenta dedicada a la propaganda subversiva del Partido Comunista. Queda así enaltecida aún más la imagen paterna, que Antonio ensalza por su valentía, sentido del deber y honestidad al entregar su amor a la mujer que realmente lo merecía. El mensaje final, de carácter ideológico, interfiere la marcha de la trama argumental, que deriva hacia el terreno de la confrontación política y se aleja de los supuestos planteamientos literarios del autor. Las ventajas del amor libre sobre el matrimonio estable, que el mismo Antonio practica y defiende como modelo a seguir, puede confundir a lectores sin la suficiente formación.

© Reseñas bibliográficas Fundación Troa