TIERRA DE EMPUSAS

Las empusas son criaturas fantásticas malvadas del folklore antiguo. Parece que abundan en los alrededores de Gorbensdorf en la Baja Silesia. Allí se encuentra un prestigioso sanatorio para la cura de enfermedades infecciosas de las vías respiratorias.
Miecyslaw Wojnicz, un joven estudiante de ingeniería, hijo único, polaco, acude para recibir tratamiento. Lo ha enviado su padre. Por falta de habitaciones libres en el sanatorio, un grupo de enfermos se alojan en la pensión para caballeros que regenta Wilhelm Opitz, y desde ahí acuden a recibir sus tratamientos.
La convivencia, los paseos también terapeúticos, las excursiones crean entre ellos lazos más que de amistad, sí de intercambio de opiniones. Hay algún científico, artista, un profesor del mundo clásico, todos variopintos. El tema de muchas de sus conversaciones son las mujeres como seres humanos: sus capacidades intelectuales, el sistema emocional por el que se mueven, sobre todo desde el momento en que la esposa de Opitz aparece muerta, quizás por suicidio. Miecyslaw la ve y queda muy impresionado.
Más adelante se cuenta que en los bosques, siempre en el mes de noviembre aparece un cuerpo muerto de manera violenta, descuartizado y diseminado a través de los árboles y que nadie ha sabido ni el responsable ni la causa, dado que hay muchos enfermos y su muerte sería más o menos cercana.
El descubrimiento de estas muertes y el temor a ser la víctima impregnan al menos la segunda parte del relato.
La novela está narrada con enorme calidad. Va y viene de un protagonista a otro, de un momento en el tiempo de sus vidas a otros, sus reacciones y los sufrimientos de sus vidas. Dosifica la información. También el paisaje es casi un protagonista, perfectamente descrito en las excursiones: bosque, páramos y todo lo que hace que sea un territorio adecuado para curar enfermedades respiratorias. De la misma forma los comportamientos de personas de diversos países…y el ambiente de pequeña ciudad provinciana.
En un primer momento da la impresión de querer hacer un paralelo con la Montaña mágica de Thomas Mann, aunque el punto de vista cambie.
Da entrada a fenómenos al menos paranormales, como indica el título. Es una buena novela de narrativa, apropiada para personas expertas, con ciertos tintes de misterio.

Carmen Trigo