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Crítica exacerbada a políticos, banqueros y empresarios. Según el autor, la crisis ha generado una gran desigualdad social. El libro pone el foco en el contexto social y económico de España donde las personas que han perdido su trabajo, muchas no lo van a recuperar. Además, ser joven no es una ventaja y la experiencia profesional ha dejado de ser un valor, excepto para presidentes de grandes entidades que tienen más de 55 años. Detalla promesas incumplidas, de las que ningún político ha asumido responsabilidades, ni pedido disculpas. El escrito subraya las exigencias permanentes del gobierno a rebajar los salarios de los ciudadanos para ser competitivos y superar la crisis, lo que se contrapone al crecimiento de los beneficios empresariales y a los sueldos millonarios de los presidentes de organismos internacionales, eurodiputados, etc. Igualmente se resalta como el poder ayuda a encontrar trabajo cuando se abandonan las responsabilidades públicas. Es el paso de los políticos de lo público a lo privado… En su opinión, todo esto genera malestar en España y Europa debido a la posible colisión de intereses en las decisiones y acciones realizadas por los profesionales y que responden a distintos objetivos y compromisos. La crítica se extiende a la desconfianza en los bancos por los abusos y estafas. Igualmente enumera las empresas que están en paraísos fiscales y la indiferencia que los políticos muestran por sus votantes. Una denuncia paralizante no tanto por las denuncias, objetivas en la mayoría de los casos, sino por la desesperanza que trasmite, que no deja espacios para una potencial innovación y creatividad ciudadana.
Carlos Fonseca es periodista y escritor.

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