TOCARNOS LA CARA

Un profesor de arte dramático y cuatro de sus más fieles alumnos ponen en marcha una nueva experiencia teatral, una especie de psicodrama. La obra describe el origen, desarrollo y fin de este intento en el que, más que los clientes, terminan por verse reflejados los propios protagonistas.
En esta segunda novela, la autora repite el esquema narrativo que utilizó en la anterior. La trama transcurre sinuosa y elíptica, narrada por una de las alumnas del profesor, cuya persona constituye el eje de la acción. El estilo, de léxico sencillo, es complejo en su construcción gramatical y en la difícil expresividad de sus imágenes. El argumento consiste en un tejido de amores y desamores, proyectos logrados e ilusiones frustradas. El amor aparece como una fuerza peligrosa, por cuanto conduce a dominar o a ser dominado. La pugna entre conservar la propia independencia y la necesidad de compartir se contempla como una de las contradicciones más dolorosas de la existencia. Los conflictos entre el yo intelectual y el yo afectivo quedan planteados como incógnitas imposibles de resolver de forma indolora incluso cuando se vive con pocas inhibiciones de conducta, tal como aquí se insinúa de modo velado. Sobre esta base, los elementos técnicos y formales se cuidan al máximo para sorprender y desconcertar al lector, brindándole una perspectiva insólita de la realidad del ser humano.

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