TODO ESTO PARA QUÉ

Shep guardaba ahorros para poder vivir en un país tercermundista una vida mejor que la del estadounidense medio. Pero el cáncer de su mujer ha hecho que su vida cambiara, pues, además de cuidarla él solo, el seguro médico cubre pocos de los carísimos gastos. Su mujer vive el cáncer con acritud y sarcasmo; no se esfuerza en ser agradable con las visitas ni con la familia. Sus amigos Jackson y Carol tienen una hija con una difícil enfermedad, muy costosa y dura, usa la ironía consigo misma y decide que su vida no merece la pena. Los dos protagonista masculinos son felices en su matrimonio, pero una operación a la que se somete Jackson le acaban arruinando por completo.
Shriver critica los impuestos que ha de pagar la clase media de EEUU, en especial los médicos. Analiza y enriquece la personalidad de sus personajes de forma minuciosa y ágil, con similitudes llenas de agudeza, nos proporciona diálogos chispeantes, tensos, llenos de humanidad, que destrozan tópicos y convencionalismos. Cada personaje está muy definido: el responsable que paga siempre, la niña enferma, lúcida, que no quiere ser objeto de compasión y de buenas intenciones. Shriver escribe una novela con todos los recursos descriptivos del lenguaje y con una técnica narrativa sencilla y eficaz. La novela trata sobre todo de la enfermedad, del dolor y de la muerte y se enfrenta a ellos de modo algo crudo, como respuesta ante los que eluden hacerlo. Trata de la paciencia, del amor conyugal y de la familia. Tiene un gran sentido del humor y de la tragedia: sabe combinar ambos en su justa medida y logra sorprender al lector en muchas ocasiones.

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