TODO SOBRE MI, ANA TARAMBANA

En el segundo episodio de sus andanzas, la protagonista narra incidencias diarias de su vida cotidiana en casa y en el colegio. De los problemas hogareños lo que más destaca son los esfuerzos de su abuelo para ayudar a un amigo que va a ingresar en una residencia geriátrica y no sabe a quién podrá encomendar sus mascotas domésticas que no puede llevar consigo. En clase está inquieta porque no sabe cómo realizar un trabajo para el concurso de manualidades que ha encargado la profesora y porque ésta ha acusado a un niño, con fama de ser muy travieso, de haber robado el trofeo reservado al ganador que ha desaparecido de la vitrina donde se guardaba. En todos estos asuntos Ana recurre al ejemplo que le proporciona la protagonista de una serie de historias que le gustan mucho y que lee una y otra vez con permanente interés. La obra, escrita con estilo sencillo, impregnado de humor, refleja el carácter inquieto y creativo de la protagonista en términos vivos, que demuestran amplios conocimientos de la psicología infantil. La acción se subdivide en dos tramas distintas, una la que se refiere a Ana y otra que finge reproducir fragmentos de la serie que tanto le gusta y cuyo personaje central es una niña de edad parecida a la suya. El contraste entre la vida de ambas permite a la autora expresar con ironía el contraste entre la vida real y la de las heroínas de cierto tipo de novelas que son siempre guapas, ricas y muy inteligentes. Así planteada, la acción resulta variada y entretenida, aunque su argumento sea un tanto disperso por falta de una estructura sólida capaz de integrar en un solo hilo narrativo las dos subtramas que no siempre encajan entre sí. El estilo sencillo, no alcanza nivel de calidad literaria digno de tener en cuenta y las ilustraciones, en blanco y negro, parecen haber sido hechas por una mano infantil poco dotada para el dibujo.

© Reseñas bibliográficas Fundación Troa