- Editorial: NAVONA
- Año de edición: 2014
- Materia: Novela histórica
- ISBN: 978-84-92840-90-8
- Páginas: 180
- Encuadernación: Rústica
- Colección: < Genérica >
- Idioma: Español
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Novela de fondo histórico basada en la vida de José Gabriel Condorcanqui, cacique indio del Perú, nacido en 1740 que se hacía llamar Tupac Amaru y se creía descendiente directo de los antiguos Incas. Este personaje cabeza de una sangrienta sublevación contra las autoridades virreinales hasta 1781 en que fue ejecutado, con su familia en Cuzco, ha vuelto ahora a la actualidad gracias a los tupamaros uruguayos que tomaron su nombre exaltándole como héroe de la liberación hispanoamericana.
Sender, como ya hizo en su anterior novela sobre Lope de Aguierre, vuelve otra vez al tema americano aunque desde la perspectiva contraria: no del conquistador sino del indio. Como entonces, realiza ahora una brillante creación narrativa puramente literaria pero con sabor de crónica de Indias, lograda de modo maestro. La fabulación se intercala con párrafos textuales de documentos y obras de otros autores pero la intención básica no es estrictamente histórica sino de algo recreado a partir de hechos verídicos. La habilidad descriptiva permite a Sender lograr un clima ambiental muy sugestivo y los personajes llegan a poseer tal fuerza que el lector aun conociendo de antemano el final del relato se siente vivamente atraído por él. El estilo es sobrio, sencillo, a veces desgarrado, y a veces irónico con giros coloquiales que al provocar la sonrisa sorprenden dentro del tono general dramático.
Tupac Amaru aparece en principio impulsado por el deseo de liberar a los indios de las injusticias a los que sometían españoles y criollos. Al margen de lo que la historia científica diga, lo que aquí aparece es un hombre íntegro y recto que exige que se cumplan las leyes del Rey, ignoradas sistemáticamente por virreyes, gobernadores, etc., porque su contenido humanitario para el indio, perjudicaba su desmedido afán de lucro y su postura feudal. Así Sender acusa a criollos y españoles de América de ser los culpables de la situación Hispanoamericana, y justifica en cambio a los peninsulares y a los revoltosos de Tupac Amaru aunque reconoce la confusión de miras políticas que había entre estos últimos.
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