ÚLTIMOS TESTIGOS

Últimos testigos reúne un centenar de declaraciones de una serie de supervivientes de la llamada en Rusia Guerra Patriótica, librada entre los ejércitos de Alemania y la Unión Soviética desde su inicio, en 1941, hasta su final en 1945.
La periodista Svetlana Alexiévich (Bielorusia, 1948) premio Nobel de Literatura 2015 alcanzó gran éxito internacional por su crónica Voces de Chernóbil (1997) en la que las víctimas de la explosión nuclear (1986) denunciaban la negligencia del gobierno comunista ante aquel desastre.
En el presente título la autora reproduce los recuerdos de testigos que padecieron de niños los efectos de la guerra en el frente ruso, tras la invasión de las fuerzas alemanas. Cada una de las declaraciones viene anotada con el nombre de la persona entrevistada, su edad al producirse los hechos (1941-1945) y su estado actual en el momento de realizarse el reportaje. Aquellos niños de ambos sexos, entonces entre los 6 y 14 años, cuentan desde la perspectiva de más de medio siglo, las fuertes impresiones vividas junto a sus familias al presenciar el avance arrollador de las divisiones enemigas. Evocan el terror producido por los bombardeos artilleros o de la aviación que arrasaban campos, ciudades y aldeas y muestran el dolor ante le pérdida de padres, hermanos y amigos fallecidos en los frentes de combate. La autora se limita a transcribir las palabras textuales de los testigos que ofrecen una versión personal de los sentimientos de afecto y ternura que dejaron en ellos una huella perdurable para el resto de sus vidas. Se muestra así el profundo desgarro ocasionado por la muerte de los seres queridos, la miseria, la enfermedad y el hambre de los miles de desplazados que escapaban de la guerra. Dado que las versiones presentadas ofrecen escasas variantes, los episodios descritos acaban por resultar a veces repetitivos, en su deseo de poner de manifiesto los trágicos efectos que las guerras modernas ocasionan en las poblaciones de civiles no combatientes. Los diversos niveles de cultura y capacidad expresiva de los entrevistados se reflejan en sus respuestas, formuladas en un tono espontáneo y coloquial que la autora ha preferido conservar al margen de un tratamiento literario más elaborado para reforzar la autenticidad testimonial de la obra.

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