- Editorial: CRITICA
- Año de edición: 2017
- Materia: Géneros periodísticos
- ISBN: 978-84-16771-92-9
- Páginas: 480
- Encuadernación: Rústica
- Colección: Tiempo De Historia
- Idioma: Español
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Un espía entre amigos de Ben Macintyre estudia la compleja vida del agente doble Kim Philby (1912-1988) miembro del Servicio de Inteligencia inglés (MI5) que trabajó durante 25 años para la Unión Soviética sin despertar las sospechas de sus colegas y directivos.
El historiador y periodista británico Ben Macintyre (1963) sitúa la figura de Philby dentro del peculiar ambiente de los jóvenes universitarios de Oxford y Cambridge que simpatizaron con el socialismo o se afiliaron al Partido Comunista. Como miembros de las clases dominantes de su país, tuvieron acceso a los altos cargos del Gobierno y utilizaron su influencia para favorecer intereses ajenos a los de su patria. Philby, dotado de notables cualidades intelectuales y con la ayuda de amigos poderosos, como el también espía y aristócrata Nicholas Eliot(1916-1994) fue reclutado para su ingreso en el MI5 cuando ya militaba en las filas del Comunismo Internacional, al tiempo que publicaba crónicas y artículos en prestigiosos medios de la prensa británica. Su labor de espionaje resultó relativamente sencilla durante la IIª Guerra Mundial, puesto que la Unión Soviética era una de las potencias aliadas contra Alemania, pero finalizado el conflicto surgieron mayores dificultades. Favorecido por la suerte y gracias a su notable capacidad de disimulo, logró filtrar al enemigo, durante la llamada Guerra Fría, documentos secretos y referencias que costaron la vida a sus compañeros del MI5, asesinados por los esbirros del KGB soviético. Una vez desenmascarado, correspondió a su viejo amigo y valedor, Nicholas Elliot, la desagradable misión de interrogar a Philby en su casa de Beirut (1963) y comunicarle las pruebas de su trabajo como doble agente. Al sentirse descubierto, abandonó a escondidas la capital libanesa en un buque mercante ruso, que lo llevó a Moscú donde permaneció el resto de sus días. El autor acierta a reflejar, con el estrilo suelto y ágil de una crónica periodística, el ambiente refinado de la sociedad británica, su tradicional flema y sentido del humor, incluso en los momentos de tensión derivada de las operaciones de espionaje que se recogen con fidelidad y espíritu objetivo.
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