UN HOMBRE AL MARGEN

Narra esta novela el drama sufrido por un hombre tímido y solitario, al margen de la vida social, que ejerce como profesor de Filosofía en una universidad francesa. De modo inesperado, dos policías se presentan en su casa a detenerlo “por consulta y posesión de imágenes de carácter pedo-pornográfico” vía internet. Requisado su ordenador, en el disco duro aparece dicho material, sin que su dueño sepa cómo y quién pudo introducirlo. Tras un bochornoso proceso, es condenado a dos años de cárcel aunque, antes de cumplirlos íntegramente, un colega de docencia, director del departamento de Historia del Derecho de su misma universidad, confiesa ser el autor de la manipulación informática.
La obra, que obtuvo en 2013 el premio Goncourt en versión para primera novela, destaca por su calidad técnica y dominio de los recursos narrativos. La trágica experiencia de verse impulsado por su abogado a declararse culpable pese a ser inocente para lograr una condena más leve y de verse abandonado por todo su entorno, profesional y familiar, está planteada con notable fuerza expresiva. Lo que para un intelectual, introvertido y reservado, supone compartir celda carcelaria con un delincuente curtido se transmite al lector con angustioso realismo, haciéndole sentirse, como el protagonista, cercano a la locura. El rechazo hacia el encausado que se manifiesta, sin dejar margen a la presunción de inocencia, también es sometido a un severo análisis crítico a lo largo de la acción, culminando con la confesión del verdadero culpable, que paradójicamente es un jurista. La obra, cuidada en la ambientación y en el encadenamiento preciso de las sucesivas secuencias argumentales, es una novela de tesis cuyo contenido queda definido de modo muy claro. El autor denuncia el sentido de la justicia de la sociedad actual, considerándolo no una suma de principios sino una suma de ficciones, “destinadas a poner la coherencia y continuidad a un mundo que carecía cruelmente de ellas”.

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