UN PAIS EXTRAÑO

Muriel Barbery, escritora que alcanzó el éxito con su excelente debut La elegancia del erizo, presenta su tercera novela, en la que da un potente cambio de tuerca y se adentra en la literatura fantástica. Un país extraño es una compleja fabula que quiere ser un homenaje a la naturaleza además de una crítica social.
La historia trascurre en 1938 entre la primera y la segunda guerra mundial, en una contienda en la que dos jóvenes oficiales españoles, Alejandro de Yepes y Jesús Rocamora, se ven amenazados por una sangrienta batalla; pero todo parece cambiar cuando encuentran a Petrus, un amable pelirrojo que les abre las puertas a experiencias prodigiosas en un mundo habitado por elfos que caminan entre brumas, aman la poesía y la caligrafía y beben constantemente un té gris a modo de pócima maravillosa.
Se suceden las aventuras de estos personajes junto con otros secundarios como un sacerdote que abandona su fe cristiana embelesado por el pacifismo y la subyugante magia que le rodea. El libro es una exaltación de la belleza, el amor y la armonía en un universo que lucha contra el desorden, la barbarie y el desencanto, pero el conflicto persiste y aún queda la última batalla a la que nadie sabe si sobrevivirá.
La trama responde perfectamente al título y Un país extraño es el retrato de un microcosmos imaginario que reivindica la felicidad, un mundo donde las mujeres son bellas, los hombres valientes y donde el bien siempre vence al mal.
Historia cargada de simbolismo y con acento bélico, aunque enarbola el banderín de la paz y la violencia es escasa y en el que se encuentran claras reminiscencias de El señor de los anillos y algunos ecos evangélicos. La autora recurre a numerosos recursos que le permiten lograr una atmósfera en la que todo es posible y se esmera en lograr una narración cuidada desde el punto de vista estilístico y lingüístico que gustará a los aficionados al género.

Reyes Cáceres