UNA CARTA

Al señor Gato, que está siempre solo y amargado, sin amigos, le llega de forma misteriosa una carta. Esta carta se le había perdido al cartero y ha sido gracias al viento y al destino que ha llegado a su casa. En esta pone simplemente «te quiero». Emocionado por estas palabras y porque haya alguien que le quiera, el señor Gato sale a descubrir quién ha podido mandarle eso.
A todo aquel que se encuentra en su camino y que tiene algún problema, le ayuda, esperando recibir una respuesta. Sin embargo, estos vecinos están tan asombrados por su repentina amabilidad que no dicen nada y, al final, el señor Gato se va decepcionado, hasta que, al llegar a casa, descubre una sorpresa.
A pesar de sus prejuicios, nuestro protagonista se da cuenta de que la compañía y la amistad son mucho mejor que estar solo.
Unas bonitas palabras, por muy sencillas que sean, pueden hacer mucho bien, especialmente a alguien que esté triste o lo esté pasando mal. En este cuento llegan de una forma que se podría considerar incluso mística, pero es tan sencillo como fijarse en los demás y darse cuenta de lo que necesitan.
Se trata de un cuento bonito, con ilustraciones grandes y coloridas y muy recomendado para leerse.

María Gómez