UNA MUJER EN JERUSALÉN

Una empleada de limpieza de una empresa de Jerusalén muere en un atentado suicida. Un periodista escribe un artículo recriminando a la empresa su falta de humanidad al no echar en falta a su empleada. A pesar de que el artículo no se sostiene jurídicamente, el director de la empresa se toma el asunto de modo personal, confundiendo su propio sentido de culpa con la imagen de la empresa, y descarga en el director de recursos humanos la tarea de lavado de imagen y expiación de la culpa. Éste, renuente al comienzo, acaba por implicarse emocionalmente.
El tono en que se narra esta historia y el lenguaje que se emplea son perfectamente adecuados para que el lector analice la complejidad de factores que se entremezclan y confunden: lo moral, lo humano, lo sentimental, el amor, la eficiencia, las competencias empresariales y del Estado, la humanidad con los que sufren, etc. A la vez, se usa una tipografía distinta para añadir otras voces que aportan nuevos puntos de vista. La novela tiene una trama interesante y conduce al lector, involucrándole en la vorágine de obligaciones, sentimientos y crítica a la prensa y a su auténtica función, a tomar partido y disfrutar con la novela, que va siendo cada vez más imaginativa e interesante. En definitiva, un análisis acertado y una crítica a tópicos actuales con buena calidad literaria.

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