- Editorial: BELVEDERE
- Año de edición: 2016
- Materia: Narrativa clásica
- ISBN: 978-84-937947-6-7
- Páginas: 176
- Encuadernación: Rústica
- Colección: Narrativa
- Idioma: Español
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Novela ambientada en una pequeña aldea escocesa a finales del siglo XIX y protagonizada por un artesano de edad avanzada, que trabaja como tejedor, su mujer, inválida desde veinte años atrás, una hija soltera que es quien lleva la casa y un hijo que se ha ido lejos a trabajar para poder enviar dinero a su familia. La obra forma parte de una trilogía narrativa que James M. Barrie (1860-1937) escribió, entre 1888 y 1891, dedicada a su pueblo natal, Kirriemuir, que aparece oculto bajo el nombre de Thrums.
En torno a la figura de la madre de la familia protagonista, siempre sentada ante la ventana de su humilde casa, aparecen una serie de personajes, vecinos y amigos, que con sus gestos y palabras componen un expresivo cuadro de costumbres y modos de pensar. La ambientación, técnicamente impresionista y muy sobria en la adjetivación, refleja una forma de vida bastante primitiva, muy dura y laboriosa, pero a pesar de eso, atenta y delicada en las relaciones afectivas dentro de la familia. El hijo ausente de la anciana paralizada, cuando va a verla, demuestra sentir un profundo afecto por su madre, quien, a su vez, añora a otro hijo, muerto en la infancia, atropellado por un carro, mucho tiempo antes. El joven se comporta con gran respeto y sumisión, incluso cuando se le reprocha injustamente, como si se tratara de una traición, el haberse enamorado. Impregnada de referencias autobiográficas, esta obra junto a las otras dos de la misma trilogía, señalan el comienzo de la actividad novelística del autor, periodista y dramaturgo, que debe su fama a ser el creador del famoso personaje llamado Peter Pan. Ternura, humor y una resignada aceptación de la pobreza y el sufrimiento, constituyen el trasfondo, triste y un tanto puritano, de una trama que en sus aspectos superficiales traza un conjunto de retratos humanos vivaz y muy variado en lo que respecta a la configuración tanto física como psicológica de los personajes. La constante y abnegada labor de la hija que cuida de sus padres con total entrega y el sentido del deber del cabeza de familia, sentado en su telar hasta el momento de morir, ponen de manifiesto una concepción de la existencia responsable, sacrificada y exigente hasta el extremo. Bien escrita, aunque traducida con cierto descuido léxico, su lectura tiene el interés de retrotraer al lector al mundo clásico de las novelas decimonónicas en lengua inglesa, con el matiz de ciertas connotaciones peculiares, propias de la mentalidad escocesa.
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