VE Y PON UN CENTINELA

Un versículo bíblico (Isaías, 21,6) presta título a esta novela, ve y pon un centinela, que temáticamente se desarrolla como continuación de la única y famosa publicada anteriormente por la escritora norteamericana Harper Lee (1926) titulada Matar a un Ruiseñor. La narradora y protagonista es Jean Louise, hija de Atticus Finch, figura central del título antes mencionado. Con veintiséis años, regresa desde Nueva York, donde vive, a su pequeña ciudad natal del Estado de Alabama para visitar a la familia. La obra que se afirma estar escrita en la década de 1950, antes que aquella cuya acción prolonga, ha permanecido inédita hasta su actual publicación.
La visión infantil de una localidad típica del Sur norteamericano, en plena Gran Depresión durante la década de 1930 y de una de sus familias más representativas, que caracterizaba la temática de Matar a un Ruiseñor, se sustituye aquí por una problemática mucho más espinosa relacionada con los conflictos raciales que agitaron los Estados Unidos a mediados del siglo XX. Atticus Finch, que había sido considerado antes defensor de la causa de los negros, aparece ahora, con más de setenta años, contrario a conceder igualdad de derechos a unos sectores sociales incultos y con afán de revancha. Esta actitud plantea a su hija unos problemas de conciencia social que la llevan a enfrentarse violentamente con él y con su ayudante, antiguo compañero de clase de Jean Louise y decidido a casarse con ella. La acción, que transcurre en un plazo de tiempo muy breve, se centra en el desconcierto de la protagonista al percibir el clima enrarecido de su entorno, antes tan seguro y apacible. En el desarrollo de la trama apenas aparecen descripciones ambientales, sustituidas por diálogos a través de los cuales se enfrentan distintas concepciones vitales, expresadas en un tono que implica cierta reflexión intelectual. La configuración humana de los personajes y la estructura técnica de la novela marcan notables diferencias respecto a la anterior.

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