ZARA Y EL LIBRERO DE BAGDAD

En esta novela, premio Gran Angular de Literatura Juvenil en 2008, el argumento se desdobla en dos tramas paralelas. En una de ellas, el narrador, un novelista que suele escribir por encargo, entra en tratos con un misterioso anciano para revisar el texto de sus memorias, relacionadas con su infancia, transcurrida en Barcelona antes y durante la guerra civil, y después en el exilio, donde coincidió con Antonio Machado. La otra se refiere a la relación que el mismo novelista mantiene con un vecino, traductor de árabe de origen iraquí, que acoge en su casa a un hermano y a la hija de éste, huidos de su país a raíz de la guerra que en 2003 derrocó al dictador Sadam Hussein.
Marías entrecruza con bastante habilidad ambos planos narrativos para expresar las coincidencias producidas entre uno y otro, referidas a los efectos negativos que la guerra produce en la sociedad civil y, en especial, en los niños. Aunque hay un evidente trasfondo de crítica antibelicista, los elementos políticos e ideológicos quedan supeditados a la problemática humana de los personajes, sometidos al miedo a la guerra, al sufrimiento de ver morir a sus familiares y al dolor de abandonar hogares y patrias. Escrita con estilo sencillo, en términos de corrección expresiva, sin elementos estéticos destacables, la obra resulta algo desigual en interés, ya que una de las vertientes argumentales es bastante más atrayente que la otra, pero en conjunto entretiene y subraya, sin excesivo realismo descriptivo, los males de la guerra.

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