ACT. VOTA POR OLIVIA

Después de la excursión de su clase, en la que los alumnos se lo pasan genial, Olivia se entera de que una de sus amigas no pudo ir no porque estaba mala, como ella creía, sino porque sus padres no tenían el dinero suficiente para pagarla. Y, como ella, otros alumnos del colegio. Ante esta injusticia, Olivia se pone manos a la obra, coincidiendo, además, con las inminentes elecciones al consejo estudiantil, en el que dos alumnos podrán representar al colegio. Ella ve esto como una oportunidad para escuchar a sus compañeros y hacer frente a las injusticias y peticiones de todos los alumnos del colegio. Sin embargo, deberá enfrentarse a otros estudiantes –algunos amigos suyos– que también se presentan a las elecciones, algunos con ideas tontas pero cautivadoras para los alumnos, y otros simplemente con influencia por ser populares.
Como ya se demuestra en los otros tomos de esta colección, Olivia es un personaje luchador y arrojado, que no se queda callado y que está ahí por sus amigos. Desde que se entera de esto que, a sus ojos, es una injusticia, decide que tiene que hacer algo. Desde recoger firmas, hasta pancartas y una sentada en el patio del colegio, hasta recabar información sobre las protestas y manifestaciones a lo largo de la historia para acabar, finalmente, presentándose a las elecciones como la única forma en la que podrá conseguir algo. Toda esta lucha demuestra que no se da por vencida y, a lo largo de este camino, se va dando cuenta de otras formas en las que los alumnos están sufriendo y añade esas cuestiones a la lista de cosas que mejorar si sale elegida.
Este personaje es una muestra de carácter y bondad que no se va a dejar pisotear y que está dispuesta a dejar su huella en el mundo. Puede ser un modelo a seguir para los niños y niñas que estén en los últimos cursos de primaria o empezando secundaria, ya que, como Olivia, están empezando a averiguar quiénes son y qué pueden hacer.

María Gómez