DEPARTAMENTO DE ESPECULACIONES

Narra esta novela titulada Departamento de Especulaciones la historia de los primeros tiempos de un joven matrimonio norteamericano residente en Brooklyn. La acción se centra en los comienzos de su vida conyugal y en la infancia de su única hija. Después de superar una grave crisis a causa de una infidelidad del marido, deciden alejarse de Nueva York para trasladarse a una pequeña y tranquila población donde les resulte más fácil evitar los desequilibrios afectivos derivados del estrés de la vida en la gran ciudad. Jenny Offill (Massachusetts, 1968) ha quedado, con esta su segunda novela, finalista del premio Penn Fulkner en su país y de premio Folio en el Reino Unido.
La acción está focalizada a través de la protagonista femenina que es quien actúa como narradora. Por medio de párrafos breves, en estilo indirecto sobriamente expresivo, apenas interrumpido por escuetos diálogos, consigue reflejar una problemática vital convincente, tanto en el aspecto profesional como en el familiar. Después de publicar una primera novela, su trabajo creativo entra en pausa y para ganarse la vida trabaja como “negro” para alguien con dinero que quiere escribir un libro sobre la historia del programa espacial. El extravagante despropósito que supone este bien pagado encargo y el nacimiento de su hija alteran sus hábitos e influyen en el descuido de sus obligaciones domésticas, con el consiguiente desagrado del marido, compositor de música ligera. La trama elaborada a base de pequeñas incidencias domésticas y miedos, dudas, y desconciertos vitales se plasma en un desarrollo argumental sincopado, de apariencia fragmentaria pero consistente de fondo. Muy significativa para expresar cambios de rumbo, errores y rectificaciones, a través de ella se refleja un estilo de vida de cierta bohemia, carente de convicciones sólidas tanto morales como religiosas. Sin embargo, pervive en los protagonistas el deseo de conservar su matrimonio y de encontrar una vía para mantener vivos los vínculos amorosos que les unieron, aunque el paso del tiempo imponga otra forma de manifestarlos.

© Reseñas bibliográficas Fundación Troa