- Editorial: MAEVA
- Año de edición: 2014
- Materia: Narrativa contemporánea
- ISBN: 978-84-16087-06-8
- Páginas: 232
- Encuadernación: Rústica
- Colección: Embolsillo
- Idioma: Español
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Dor, Alli y Nim pertenecen a una época de la historia del hombre donde la escritura no existe y el tiempo todavía no ha sido contabilizado. La curiosidad de Dor por conocer la sucesión de los acontecimientos le llevará a desear detener el tiempo a través de los rudimentarios artilugios que fabrica. Nim por su parte, menos curioso pero más fuerte, tendrá al deseo de poder alcanzar a los mismos dioses construyendo una torre alta que llegará más allá de las nubes. La osadía tanto de uno como de otro les llevará al castigo y la destrucción. Dor pasará a ser el guardián del tiempo donde sólo el amor por Alli y su recuerdo conseguirán que los días no sean desesperadamente inacabables. El anuncio de un sirviente de los dioses anunciándole una misión para ayudar a quienes se obsesionan con el tiempo dará algo de sentido a lo que se le presenta como un castigo.
En este su nuevo libro, Mitch Albom presenta a modo de fábula el origen de la medición del tiempo a partir del cual el hombre a lo largo de la historia se ha visto atrapado por su propio deseo de manejarlo a su antojo, llegando a olvidar que Dios tiene motivos para limitar los días de los hombres. Detener el tiempo o hacer que su paso sea rápido con una subjetividad caprichosa, da lugar a un deseo de poder que lleva al hombre a olvidarse de vivir el momento presente. ¡Que sea ayer! es el grito desesperado de quién no quiere aceptar la realidad del momento. No morir, detener el tiempo, alargarlo o concluirlo se presenta como más valioso que la propia vida. En este deseo desesperado el hombre se encontrará con que no es lo mismo no envejecer que vivir, porque cuando falta la esperanza el tiempo es un castigo.
El guardián del tiempo es un libro con una temática muy original, un cuento expuesto de forma sencilla para conseguir trasmitir que el motivo para limitar los días es hacerlos a todos valiosos.
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