EL PORVENIR DEL VIEJO MUNDO

Las noticias geopolíticas ponen de manifiesto una realidad: entre Rusia, China y Estados Unidos parece que se debate el tablero internacional. En ese contexto, Europa, el viejo continente, está perdiendo poder y posición, enfangándose en peleas y programas políticos que la dejan inexorablemente atrás. Por ejemplo, mientras nos cuidamos del planeta verde, otros aprovechan para explotar. O establecemos rigurosos estándares de control, de forma que otras partes del mundo -no siempre las más fiables- toman el timón de las cosas.
Óscar Vara parte de esta realidad y de acontecimientos recientes, como la crisis de Ucrania, para ahondar en los problemas diplomáticos de Europa. Lo hace con un estilo analítico, aunque sin ocultar su preocupación. Así, por ejemplo, constata que el viejo continente pierde fuelle. Se suma a las críticas sobre la deriva economicista y se refiere a la crisis del ideal de Europa que una vez hizo posible la unión.
Entre las debilidades, se refiere a la incapacidad militar, a la burocracia, al excesivo proteccionismo que ha dejado al continente como uno de los perdedores de la globalización. A ello se suma la esclerótica política y el rapto populista, cuyas causas nacen también de la ineficacia de Europa. Al tiempo, explica que las disonancias de intereses entre quienes forman la UE a veces distorsionan la política común, algo que se ha visto tanto en lo de Ucrania como en la posición de Europa ante la crisis en Oriente Medio. Al no haber una sola voz, eso debilita el liderazgo.
Pero Vara no se queda solo en la crítica: explica por dónde han de ir las soluciones. Entre las que baraja, ocupa un lugar intensificar la unión diplomática y aprovechar el poder débil, asumiendo la dirección y el puesto que pertenece a la UE de forma inmediata e intentando resolver los problemas del mundo como un actor preferente.

TROA