INCIENSO

Eileen Chang es considerada una de las escritoras chinas más importantes del siglo XX. Nacida en 1920 en Shanghai en el seno de una familia de clase alta, tuvo que sufrir los embates a una sociedad en la que se sentía cómoda, pero de la que sabía se acercaba su final. En 1955, y ya con los comunistas en el poder, abandona Shangai para instalarse en Estados Unidos, país en el que fallecería en 1975 sin haber podido regresar a China. De la misma autora también se ha publicado en Libros del Asteroide su novela Un amor que destruye ciudades, que escribió en 1947 (hay reseña en Troa).
Incienso lo componen dos novelas breves, Primer incensario y Segundo incensario, de similar extensión. Ambas con la duración de lo que tarda una ramita de incienso al consumirse: cuando el incienso haya acabado de arder, mi historia también habrá terminado. Escritas en 1943, la autora se apoya en el ambiente de la alta sociedad china y en la clase social de los expatriados ingleses en los años previos a la guerra.
En Primer incensario, la protagonista, Ge Weilong, es una joven estudiante de instituto en Hong Kong que ante la necesidad apremiante de dinero para continuar con sus estudios no duda en presentarse ante la señora Liang, una mujer entrada en la cincuentena, hermana de su padre y con el que está enemistada desde que decidiera convertirse en la cuarta concubina de un viejo y rico comerciante ya fallecido que, atraído por sus encantos, la convirtió en su preferida. Acostumbrada a un ambiente de lujo y seducción, ahora que empieza a ser mayor, la señora Ling intuye lo ventajoso que podría ser para ella tener a su sobrina bajo su techo para atraer a jóvenes muchachos a los que podría convertir en sus propios amantes. Atrapada por la frivolidad que despliega su tía, Ge Weilong entrará en una tela de araña de la que difícilmente podrá escapar.
En el Segundo incensario, centrado en el ambiente universitario de Hong Kong con profesores ingleses formando una clase propia, Roger Empton, ya cuarentón y miembro del claustro desde hace tres lustros, va a casarse con Susie Mitchell, una joven compatriota de tan solo veintiún años. La mala experiencia de su hermana mayor con respecto al matrimonio influye negativamente durante la noche de bodas de Susie que saldrá huyendo de su marido acusándole de pervertido. Pronto el escándalo se extiende por todo el campus poniendo a Roger Empton en una situación extremadamente comprometida.
Con gran maestría, Eileen Chang expone dos historias que se inician con un planteamiento inocente, un desarrollo absurdo y un final dramático, reflejo de la sociedad a la que pertenece.
Tradición y modernidad se dan cita en estas historias de una complejidad inquietante con unos personajes perfectamente perfilados, con una psicología a veces ingenua, a veces dura y, por lo mismo, perversa.
En ambas historias todo confluye hacia las relaciones amorosas. Con inteligencia y exquisita delicadeza escribe de un erotismo que subyace bajo capas de trivialidad, hipocresía, egoísmo y modos sociales que favorecen las relaciones superficiales.

Encarnita Herraiz