LA DAMA DE HAWTHORNE

Kristi Ann Hunter, licenciada en Informática por la Universidad Norteamericana de Georgia, no ha dejado de fomentar su gusto por la escritura, afición que le ha reportado varios premios con algunas de sus novelas de tinte romántico.
En la primavera de 1813 Londres se prepara para el evento social del año donde las debutantes harán gala de su belleza y sus cualidades como futuras esposas. Lady Georgina Hawthorne, con dieciocho años recién cumplidos, se ha preparado a conciencia durante los tres anteriores para conseguir la admiración de todos y despertar el interés de algún adinerado noble que le proponga matrimonio. Por su parte, Colin McCrae, un joven escocés con negocios florecientes y buenas relaciones, pero no perteneciente a la nobleza, sabe que su sitio sólo estará en los rincones de los eventos a los que es invitado sin posibilidad de acceder a ninguna de las jóvenes allí presentes. Lejos de producirle desazón, la sincera amistad con alguno de los hombres de la aristocracia y sus importantes negocios son motivo suficiente para vivir tranquilo y no tener que plantearse todavía el estado matrimonial. Sin embargo, contra todo pronóstico, será la irritante, egocéntrica, ambiciosa y superficial Lady Georgina quién haga que sus cimientos se tambaleen desde el primer instante que la ve desplegando sus artes de seducción y creando a su alrededor un mundo de apariencias mientras la sombra de un vergonzoso secreto se cierne sobre ella.
Kristi Ann Hunter aprovecha el tirón de su anterior novela, Por fin en Marshington Abbey, para argumentar ésta que presenta ahora. En esta ocasión la protagonista es la hermana menor, Georgina, que tras intentar adelantarse a su debut, es ahora cuando puede desplegar todo sus encantos y encontrar un buen marido de conveniencia.
Siguiendo el modelo de las novelas clásicas de la época de Regencia, la autora escribe una historia no exenta de misterio, malentendidos y algunos toques de humor que dan lugar a una narración atractiva.
Aunque el hilo argumental no es demasiado consistente, queda compensado por la atmósfera de tensión, la evolución positiva de los protagonistas y los diálogos entre ellos.
La novela no tiene una técnica muy elaborada limitándose a seguir un modelo, pero la lectura resulta entretenida y del contenido moral se puede destacar, entre otros, el valor de la familia, la lealtad, la honestidad, la amistad, la religiosidad o la generosidad.

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