LA VIAJERA NOCTURNA

Armando Lucas Correa (Guantánamo, Cuba, 1959), es escritor, editor y periodista. Desde 1997 reside en Nueva York con su familia. Es jefe de redacción y principal portavoz de la revista People. La viajera nocturna es su última novela.
En el Berlín de inicios de los años treinta Ally y Marcus son dos jóvenes alemanes que forman una pareja feliz atípica. Ella es una hermosa joven escritora de poesía y él un músico de color. Su amor pronto se verá quebrado por la llegada al poder de Hitler. Marcus es detenido por ser negro, acusado de pertenecer a la Resistencia al Régimen, y Ally, embarazada y abandonada de su familia, da a luz en su apartamento a una niña mestiza, una mischling, a la que llamará Lilith. Aunque la niña es de piel clara, sus ojos y su pelo la delatan. Ally consigue tenerla oculta en el apartamento con la ayuda de un antiguo profesor y un doctorando de éste, Franz, sacándola a la calle solo por las noches. Pero las leyes raciales, que obligan a hacer un examen médico a la niña en vistas a su esterilización al cumplir los ocho años, son difíciles de eludir al estar registrados su condición de mestiza y su fecha de nacimiento. Para salvar a la niña de ese atropello y de cosas peores, Franz consigue que embarque hacia Cuba junto a un matrimonio de judíos haciéndola pasar por su hija. A partir de ese momento una vida de ausencias, separación, dolor y muerte, se repetirá una y otra vez a lo largo de las generaciones de mujeres de la familia a la par que los cambios políticos de Cuba y Alemania se suceden.
Correa continúa con la temática argumental de sus anteriores novelas alentado por el éxito de la primera, La niña alemana. Recurrentes son tanto la ambientación, los escenarios, como el tipo de personajes que en esta ocasión pierden fuerza al hacerles forzosos protagonistas de los acontecimientos políticos.
Apoyado de nuevo en una amplia bibliografía, mantiene el estilo sencillo habitual y asequible para todo tipo de públicos.
Se pone en valor la justicia, la reparación o el conocimiento del pasado para poder explicar el presente sin cerrar la puerta a la esperanza.

Encarnita Herraiz