LOS VIEJOS AMORES

Rosa Ribas (El Prat del Llobregat, 1963) es una conocida escritora que ha inaugurado una forma propia de la novela detectivesca, ya que está implicada toda una familia, los Hernández Albiol, Lola, la madre, Mateo el padre, y las hermanas, Amalia y su compañero Ayala y Nora. Y junto con ellos la tía Claudia y Marc, el hermano muerto pero recordado en todo momento. Es una serie de la que esta novela es una nueva aventura.

La Agencia está en Barcelona en el barrio de la Sagrada Familia y se ocupan de asuntos muy de la zona. Cada personaje es un mundo, sobre todo la madre, alcohólica y controlada por el padre que le administra psicofármacos cuando tiene unas crisis, que en este caso son frecuentes, sin embargo, es muy intuitiva y no se le escapa nada, aunque parezca que está ajena a lo que sucede y siempre aparece cuando menos se la espera y con sus frases lacónicas transforma toda la escena. La otra figura singular es Nora que tiene una enfermedad que le lleva a la minuciosidad y a hacer investigaciones exhaustivas de todo, incluida su familia.

Desde la muerte de Marc, Lola no va nunca a un entierro, pero ha muerto Laieta, una mujer del barrio y va acompañada de su hermana, de la que era amiga íntima. Ha muerto del corazón, pero Lola piensa que ha sido consecuencia de algo más grave. Como inmediatamente se verá, ha sido una de las muchas mujeres mayores que han sido engañadas por estafadores del amor. A partir de aquí empieza una de las investigaciones de la familia, sobre todo de Mateo que se ofrece a uno de los hijos a descubrir al estafador, animado por su cuñada, e intentar recuperar algo del dinero que le ha sacado a la pobre mujer, a la vez Nora sigue otro caso, aunque también acabará circunstancialmente en éste.

Los detectives se afanan y van dando pasos que les llevan al descubrimiento del engranaje y de los personajes, no sin antes pasar por dificultades extremas y peligrosas. Son personas normales, delincuentes de poca monta.

La autora sabe bien dónde se mueve y los personajes cobran vida en el libro y el lector se ve arrastrado por ellos. Los ambientes están muy bien dibujados y muestran un gran conocimiento de los lugares.

Un acierto, aunque la familia peca de inmoralidad porque para ellos el fin lo es todo y si vas a por él, vale todo. Hay un reconocimiento de la familia y su valor.

La novela atrae en todo momento y es de fácil lectura.

TROA