PENSATIVOS

Jaime Nubiola lleva hablando de este libro desde hace años. Es una suerte que la editorial Encuentro se haya decidido a publicarlo. Se trata -por decirlo con brevedad- de un ensayo en defensa de la vida intelectual auténtica. Pero, junto a esta reivindicación del trabajo del espíritu, hay muchas cosas más, como, por ejemplo, una reivindicación intensa y profunda de las humanidades, una breve autobiografía de la autora, la historia de una conversión, la defensa del ocio y de la profundidad en un mundo que nos conduce hacia la superficialidad, así como un conjunto apasionante de recomendaciones de libros y películas: una joya.
La autora era profesora de filosofía pero tuvo una crisis existencial. Se dio cuenta de que tanto la vida profesional como universitaria le dificultaban el estudio, la búsqueda de la verdad y los auténticos placeres de la vida intelectual. Se percató de que los valores y tendencias de hoy -la prisa, el utilitarismo, la productividad exacerbada, la promoción social- dificultan el crecimiento de la persona y el acercamiento a las fuentes de sentido: la verdad, la belleza y el bien. Se trata de bienes, explica, de los que depende el significado de la existencia y a los que únicamente podemos acercarnos con una seria y exigente vida intelectual, es decir, mediante hábitos que nos acostumbren a rumiar esas riquezas.
Según la autora, la vida intelectual, la profundización en las verdades del hombre y del universo, no pertenecen solo a los profesores o intelectuales. Todo ser humano está llamado a vivir en ese ocio intelectual en la medida de sus posibilidades. De ello depende el crecimiento personal, la ampliación de miras, el goce. Pero hacer posible ese camino exige vencer obstáculos. A través del ejemplo de personajes históricos, como San Agustión o Dorothy Day, o de ficción, como los protagonistas de los libros de Ferrante y otros, la autora ejemplifica vidas con sentido, vidas de búsqueda y vidas desnortadas.
Un libro muy recomendable, de esos que dejan poso y que es posible releer.

TROA