TAN BUENOS CHICOS

Tan buenos chicos de Patrick Modiano describe Valvert, un internado de alto nivel, situado en los alrededores de París, lugar donde se conocieron durante la adolescencia los alumnos de dicha institución que protagonizan el relato. La novela, publicada originalmente en 1982, se centra en el reencuentro de algunos de ellos, quince o veinte años después, con uno u otro de los dos, Patrick y Edmond, que se alternan como narradores en primera persona. En las conversaciones que mantienen con sus antiguos compañeros, reconstruyen los sucesos de sus vidas desde que salieron del internado. Por distintos motivos las escuetas y vagas referencias que proporcionan sobre sí mismos indican que sus trayectorias vitales no han estado a la altura de las expectativas que en la adolescencia ofrecía su futuro, siendo como eran, tan buenos chicos.
La acción gira en torno al transcurso del tiempo y al poder evocador de la memoria, temas recurrentes en toda la novelística de Patrick Modiano (Villancourt, Francia, 1945), Premio Nobel de Literatura en 2014. La trama, envuelta en una atmósfera de melancolía y resignación ante la evidencia del fracaso, transmite el dolorido sentir de algunos de los personajes, que aceptan la situación, mientras que no faltan los que tratan de engañar o de autoengañarse para no admitir que sus ilusiones y proyectos no han llegado a realizarse. Los sucesivos, y siempre inesperados reencuentros, dan lugar a un rico y variado despliegue de sentimientos delicadamente matizados y muy significativos, tanto si son sinceros como si evidencian su falta de veracidad. La ambientación, al rememorar escenas escolares del pasado o al reflejar en presente la realidad adulta de los antiguos compañeros de internado, logra crear una atmósfera envolvente que invita al lector a dejarse atraer hacia su interior. París y su periferia se convierte en un mundo que trasciende el paisaje urbano de la capital de Francia para transformarse en entorno puramente literario sin dejar de ser, a la vez, fiel al trazado real de calles y barrios. Modiano logra, con un estilo de frases breves, adjetivación sutil y vocabulario escueto, una novela tan poco extensa como de sorprendente intensidad de contenido. Las miserias morales que este encierra se manifiestan con discreción y cierto comprensivo compañerismo.

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