TIEMPOS DE HIELO

Tiempos de hielo, nuevo episodio de la serie protagonizada por el comisario Adamsberg, de la Brigada Criminal de París, que bajo una apariencia distante y fuera de la realidad logra aclarar los más intrincados casos.
Con pocas horas de diferencia aparecen los cadáveres de dos ancianos, una antigua profesora de instituto ya jubilada y un acaudalado terrateniente de una granja próxima a París. En ambas ocasiones, los indicios apuntan de forma clara al suicidio como causa de las respectivas muertes. Las primeras diligencias, sin embargo, despiertan las dudas del comisario Adamsberg, al carecer las víctimas de motivos para quitarse la vida. Al aparecer en días sucesivos otros dos presuntos suicidas, la certeza de que se trata de crímenes cometidos por un asesino en serie confirma las sospechas del comisario que, por otra parte, carece de la menor pista sobre los propósitos y la personalidad del criminal. Pese a todo, la investigación dirigida con mano experta por el sagaz e inteligente protagonista establece por fin un nexo de unión entre las víctimas: todas ellas habían pertenecido a una sociedad cultural-histórica dedicada a reivindicar la memoria de la Revolución Francesa a través de uno de sus figuras más representativas: Robespierre. Influidos por su espíritu sanguinario, los socios acaban por adoptar su lenguaje y después de pasar de las palabras a los hechos, alguno de ellos decide cobrarse las vidas de los miembros más destacados de la asociación. El asesino crea en torno a sus crímenes una red tan perfecta de engaños y sombras que el comisario no logra desenredar a pesar de sus esfuerzos y de utilizar al máximo sus cualidades deductivas. Con el estilo ágil y ameno propio de su obra narrativa y un acertado manejo de la intriga cuyo desenlace permanece oculto hasta el final, “Fred Vargas” (Frédérique Audoin-Rouzeau, Paris, 1957) ha logrado uno de los episodios de mayor interés dentro de su extensa producción de género policiaco.

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