UNA FAMILIA CASI PERFECTA

Jane Shemilt es autora británica de novelas de suspense psicológico. Estudió Psicología en la Universidad de Londres antes de graduarse en la Escuela de Medicina del Royal Free Hospital. Sus historias están inspiradas en sus conocimientos en este campo profesional y en la realidad familiar y social que la circunda. Madre de cinco hijos, vive en Bristol con su esposo, profesor de neurocirugía, como los protagonistas de su primera novela, Una familia casi perfecta, escrita en 2014 y publicada ahora en castellano.
Jenny trabaja como doctora de medicina de familia en un consultorio de Bristol y su esposo es un prestigioso neurocirujano en un importante hospital de la misma localidad. Felizmente casados desde hace veinte años, son padres de tres adolescentes aplicados en sus estudios, alegres, cordiales, implicados en las distintas actividades del instituto en el que estudian, y con los que mantienen una relación amable y de confianza mutua. Pero el 19 de noviembre de 2009, Noemi, su hija menor de tan solo quince años, no regresa a casa tras la celebración con unos amigos por el éxito de la puesta en escena en el teatro del instituto de Love Story, en la que ella era la protagonista. Después de las primeras horas de desconcierto deciden dar parte a la policía. Los interrogatorios no tardan en llegar para dar paso a una exhaustiva investigación policial. Jenny tendrá que enfrentarse al abismo que se abre en su vida, una realidad que le resulta ajena mientras se derrumba el mundo perfecto que creía haber formado junto a su marido.
Jane Shemilt se adentra en las relaciones paternofiliales, por lo general complicadas, con adolescentes de una familia de clase media aparentemente normal. Con acierto, expone la escasez de conocimiento de los padres sobre sus hijos cuando falta el diálogo y la escucha, absortos por la obtención de lo inmediato, de logros sociales y profesionales o de conseguirles los medios materiales suficientes. Llama la atención sobre la aparente libertad a los hijos que empiezan a ser adultos cuando éstos siguen reclamando casi inconscientemente la escucha y la valoración de sus padres que, a su vez, liberados de la niñez de sus hijos, se adentran en los caminos resbaladizos de independencia que les puede conducir al terreno más frágil aún de la infidelidad matrimonial.
La historia, contada de manera alterna entre lo inmediato y lo ocurrido un año después, invita a reflexionar sobre las relaciones familiares y de pareja, dejando una puerta abierta al perdón, la rectificación y la esperanza.

Encarnita Herraiz