INFANTIL
SL
TROA
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referido de modo que le resulte algo cercano que
forma parte de su propia historia. La autora no se ha
limitado a contar lo que hicieron los electores, sino
que ofrece en breves pero expresivas frases, una
visión amplia de la sociedad de la época. Con pala-
bras sobrias e imágenes muy ajustadas a estas,
esboza un cuadro en el que se refleja, tanto la
presencia de las damas de la Corte como la de los
herreros forjadores de armas, los soldados y caba-
lleros o la de los juglares que recorrían los caminos,
convertidos en improvisados cronistas de su época.
La obra muestra un doble interés, literario por una
parte, porque es un cuento de fácil y grata lectura,
y didáctico por otra, al referirse a un hecho histórico
apenas conocido por los descendientes de quienes
lo vivieron y que a través de los siglos, son los here-
deros de sus felices consecuencias.
También anima a la una participación interactiva de
los pequeños la serie de ocho figuras recortables,
que representan a personajes mencionados en el
texto. Se produce así una feliz conjunción de objeti-
vos entre autor y editor sumamente beneficiosa
para el público al que ambos se dirigen.
Silvia pone de manifiesto, sin dar una aburrida
lección, el poder de la palabra para sosegar los
ánimos y dirigir la Historia hacia la concordia y el
entendimiento, al reforzar el valor de la unidad de
todas las regiones del reino para mantener firme y
segura su pervivencia.
Por esta, su primera incursión en el mundo de la
letra impresa, sólo cabe felicitarla y animarla a
publicar nuevos títulos cuya sucesiva aparición se
anuncia, todos ellos centrados en hechos, persona-
jes y culturas pertenecientes a la historia del reino
de Aragón y a través de él, a la gran historia del
resto de España. Es de esperar y de agradecer que
así sea.
La presentación editorial, tan
original como acertada, permite una doble
lectura del texto lo que facilita su empleo
como trabajo de aula.
