(Lübeck, 1875 - Kilchberg, 1955)
Escritor alemán, premio Nobel en 1929. Criado en Lübeck en el seno de una familia patricia, a la muerte de su padre en 1893, se trasladó junto a su madre a Munich, donde trabajó como aprendiz en una compañía de seguros. Colaboró en revistas, como Simplizissimus, antes de dedicarse por completo a la escritura. De 1895 a 1897 estuvo en Italia, acompañando a su hermano. Fue padre del autor Klaus Mann y de la escritora y actriz Erika Mann. En su juventud, su postura quedó reflejada en las Consideraciones de un apolítico, planteadas en gran medida contra el Zola, que había publicado precisamente Heinrich. En 1933, aprovechando una gira de conferencias, no volvió a Alemania, sino que se exilió primero en Sanary-sur-Mer, cerca de Marsella, y luego en Küsnacht, junto a Zurich. En 1938 se trasladó a California, donde residió hasta el final de la Segunda Guerra Mundial. Desde allí dio una serie de charlas radiofónicas de propaganda para la BBC bajo el apelativo común de Deutsche Hörer (1940-1945, ¡Oyentes alemanes!) y diversas conferencias de orientación antifascista. En 1947 visitó Alemania y participó en la primera reunión de posguerra del PEN-Club en Zurich. En 1952 volvió a Europa y se estableció de nuevo en Suiza hasta su muerte. En sus novelas los protagonistas son frecuentemente burgueses que sobrellevan un conflicto espiritual. Su primera novela importante, Los Buddenbrook (1901), narra la decadencia inevitable a lo largo de varias generaciones de una dinastía de ricos comerciantes. Posteriormente escribió Tonio Kröger (1903), La muerte en Venecia (1912), que inspiró la película de Luchino Visconti y la ópera de Benjamin Britten. Algunas de sus obras más conocidas: La montaña mágica (1924), Desorden y dolor precoz (1925), Mario y el mago (1930), Doctor Faustus (1947), Confesiones del estafador Felix Krull" (1954).