LOS NUEVOS LEVIATANES

John Gray es uno de los principales autores liberales, conocido por su inteligencia, su capacidad intelectual y sus grandes dotes comunicativas. Además, a diferencia de otros autores, siempre dice cosas nuevas. Ahora le toca analizar la situación política post-Covid. Y aunque no atribuye todo al famoso virus, lo cierto es que detecta una vuelta a formas de entender la política internacional algo periclitadas, es decir, hobbesianas. Tras un siglo marcado por la importancia de las relaciones globales y la presencia de actores supraestatales, que hacían pensar que quizá la suerte del Estado Nación estaba echada, ahora Gray indica que las fronteras han vuelto a aparecer y que no hay nadie en el tablero mundial que se fíe de sus contrapartes.
O sea, volvemos a cerrarnos sobre nosotros mismos, a reivindicar la importancia de la soberanía. Esto se evidencia en algunos fenómenos que el propio Gray no puede pasar por alto: el Brexit, las dificultades que presentan los movimientos migratorios, los problemas asociados a las supuestamente tolerantes sociedades multiculturales… Según Gray, esto significa que vivimos en una época en la que han caído al suelo los anteojos liberales, en una suerte de crisis que puede poner en riesgo la convivencia.
Hay un capítulo bastante importante dedicado a lo woke, que según Gray es más bien un fenómeno totalmente asociado a la cultura americana y difícilmente exportable. También aborda la crisis de los opioides y el surgimiento evidente de una nueva ola autoritaria… Pero, al ser un teórico, lo que le interesa no es solo señalar lo que considera que va mal -el libro, en efecto, resulta demasiado negativo-. Le gusta principalmente explicar cómo se ha desenvuelto este mundo desde los prismas liberales y cómo, a su juicio, el futuro resulta incompatible con la marcha de la historia.
Es verdad que las líneas fuerzas de la política no parecen contribuir a que el futuro sea muy halagüeño. Y, de hecho, la ficción individualista y contractualista del liberalismo resulta hoy insostenible. Es aquí donde hay más debilidades en el planteamiento de Gray, pues parece suponer que la dualidad es entre el liberalismo y el autoritarismo, sin auscultar otras visiones políticas que podían hacernos salir del atolladero. A juicio del británico, hay poco espacio para la libertad.
Un agudo análisis.

TROA