Selección Literaria · nº 51 - page 12

SL
ARTÍCULO
12
TROA
El acceso a la información hoy en día es digital: menos del
0’1% de la información generada en la actualidad está en
papel. El 99,9% de la información se encuentra disponible
sólo en formato digital. Cada minuto que pasa se realizan
2 millones de consultas en Google. Es decir, el buscador es
el principal y omnipresente medio de búsqueda de
información para niños, adolescentes y adultos.
Y he aquí que, tal y como señalan investigadores y
neurocientíficos de todo el mundo, la forma en que
adquirimos la información influye en nuestra forma de
percibirla y de transmitirla. El tipo de actividad mental
que desarrollamos configura nuestro cerebro y la
distribución de las neuronas. Tenemos la suerte de estar
dotados de una herramienta extremadamente sensible,
con una fabulosa característica que conocemos como
neuroplasticidad. El cerebro se modifica a sí mismo. No es
estático ni rígido. Las neuronas establecen nuevos
caminos, ponen en marcha nuevos circuitos neuronales y
abandonan otros que quedan obsoletos. Algunas
neuronas son descartadas, pero otras muchas pasan a
engrosar y reforzar los nuevos caminos. La economía del
reciclaje manda en el cerebro.
Pues bien,
la herramienta que utilizamos para leer y
para escribir nos condiciona
.
Sea la que sea… El propio
Nietzsche afirmaba que desde que había comenzado a
escribir con una máquina de escribir, no sólo su prosa sino
incluso sus pensamientos se habían visto condicionados.
El paso del papel a la máquina supusieron para él un
cambio importante. No podía ni imaginar lo que
supondría más tarde el paso al cibertexto…
¿Es distinto leer información en libros a leerla en
una página web?
Pues sí. Los estudios que lo ponen de manifiesto son
muchos y muy variados. Uno de ellos es el realizado por el
Dr. Jakob Nielsen, Director del Grupo Nielsen Norman que
cofundó con el Dr. Donald A. Norman (ex vicepresidente
de investigación de Apple Computer). Tras la realización de
un estudio de seguimiento ocular, concluye que los usua-
rios de internet no realizan una lectura lineal, sino que
“escanean” la pantalla. Los usuarios realizan una
“lectura
en F”
. Leen las dos primeras líneas, y bajando por la
izquierda vuelven a detenerse en el centro. Después aban-
donaban de nuevo la lectura lineal y bajan hacia la parte
inferior izquierda. Las mismas conclusiones han sido obte-
nidas por otras entidades como el Laboratorio de Investi-
gación de Usabilidad de Software de la Universidad Estatal
deWichita.
Según las investigaciones de Jakob Nielsen, las personas
realmente leen menos del 20% del contenido de una
página web. Así mismo, concluye que muchos usuarios
dedican hasta un 69% de su atención al lado izquierdo de
la pantalla, y sólo el 30% a la parte derecha.
Un estudio realizado entre jóvenes de 12 a 18 años por el
University College of London, dirigido por el Profesor
David Nicholas, determinó que los adolescentes necesitan
mucho menos tiempo para encontrar una información en
internet que los adultos. Son seis veces más rápidos que
sus mayores. Pero, del mismo modo, el estudio concluye
que internet disminuye la capacidad de concentración, así
como la capacidad de los jóvenes para leer y escribir textos
largos.
La empresa israelí de software ClikTale, recogió durante
dos meses datos del comportamiento de un millón de
visitantes de páginas web. Averiguó que en la mayoría de
los países los usuarios de internet sólo pasan entre 19 y 27
segundos en cada web que visitan. Nunca leen una página
entera.
Los estudios realizados por Ziming Liu, Catedrático de
Biblioteconomía de la Universidad Estatal de San José,
indican que está surgiendo un comportamiento lector
basado en la pantalla, en el que la lectura se realiza en
1...,2,3,4,5,6,7,8,9,10,11 13,14,15,16,17,18,19,20,21,22,...48
Powered by FlippingBook