Antonio G Iturbe
, con la cercanía que le caracteriza,
comenzó diciendo que en este acto cedía el testigo
como ganador del
Premio TROA
, no sin cierta nostalgia,
tras un intenso año con su merecido éxito por su libro
La
bibliotecaria de Auschwitz
. Al referirse a la novela gana-
dora de este año definió a Sánchez Adalid como un pres-
tigioso escritor de novela histórica.
Treinta doblones de
oro
–afirmó– describe la Sevilla del XVII, una ciudad en
crisis. Se trata de una novela aventurera y viajera, con
mucha documentación y escrita con cuidado lenguaje.
En la narración siempre los personajes salen a flote. Los
protagonistas se caen pero siempre se levantan.
“Sus
personajes siempre van hacia delante, luchan por la
supervivencia, es importante este plus de energía y valo-
res además de reflejar unos lazos de amistad, solidari-
dad, que nos hablan de no rendirnos”.
SL
A FONDO
8
TROA
La razón de ser de esta iniciativa
de la Fundación TROA es promover libros de
calidad literaria y con valores, escritos por
autores españoles, dada la cantidad y calidad
de escritores de nuestro país
(Julián Villanueva)
Intervino seguidamente
Julián Villanueva
quien explicó
la razón de ser de este premio; una iniciativa que se
centra en promover libros de calidad literaria y con valo-
res de un escritor de nuestro país, una manera de apoyar
el trabajo de los autores españoles. Se refirió al
Departa-
mento de Estudios Bibliográficos
de
TROA
donde una
serie de profesionales se dedican a valorar la literatura
que se publica y a reseñarla. Actualmente se han elabo-
rado ya 100.000 reseñas de las cuales 40.000 están
digitalizadas; animó a los presentes a conocer la nueva
web
.
También destacó como entre los finalistas de ésta y otras
ediciones se hallan figuras ya consagradas, como Merce-
des Salisachs, recientemente fallecida, José Jiménez
Lozano, José Luis Olaizola, Julia Navarro o Lorenzo Silva
así como autores noveles como Silvia Laforet o Natalia
Sanmartin Fenollera.
