Palabra
304 págs.
18,90 €
N
ovela de tesis protagonizada por los miembros de
una familia norteamericana que vive en una pequeña ciudad
próxima a Nueva York. El marido, un estudiante universitario
de literatura que dejó sin terminar la carrera al contraer
matrimonio, trabaja de administrativo en un establecimiento
comercial, donde se siente menospreciado e inútil y corre el
riesgo de ser despedido. Su mujer, tan activa como él reflexivo,
se esfuerza para mantener en orden el hogar y sufre por las
privaciones económicas derivadas de las dificultades laborales
del cabeza de familia. Al quedar éste paralizado desde la
cintura por un accidente, ella se apresura a solicitar que le
permitan cubrir el puesto de su marido y a diferencia de este
no tarda en alcanzar una posición destacada en la empresa.
Mientras tanto, los tres hijos del matrimonio, una adolescente
y dos niños, se encuentran mucho más felices en compañía de
un cariñoso y comprensivo padre que con su siempre severa y
agobiada madre.
La obra plantea una problemática familiar muy intere-
sante y que mantiene plena vigencia. Canfield Fisher realiza
por una parte una acertada crítica de lo que en su época era el
comienzo de la sociedad de consumo y de la tendencia a
valorar a las personas, no por lo que son sino por su poder
adquisitivo y nivel profesional.
Por otra, pone de manifiesto el error que supone el
reparto estricto de papeles en la familia basado en el prejuicio
de que la dignidad del varón está en función de ser o no capaz
de ganar dinero y la de la mujer en cocinar, cuidar la casa y
educar a los hijos. Su teoría de que cada cual debe ocuparse
de las tareas para las que está mejor dotado se expone en esta
novela por medio de una trama cuidadosamente elaborada,
con situaciones bien planteadas y encadenadas entre sí con
técnica firme y sólida.
Los personajes quedan perfilados con rasgos convincen-
tes, sean niños, hombres o mujeres, pero en especial estas
últimas. Tanto la mujer del protagonista como la del propieta-
rio de los almacenes donde trabaja, son dos modelos femeni-
nos de eficacia profesional de nivel similar al masculino. La
familia se considera algo muy importante y lo mismo ocurre
con la educación afectiva de los hijos, tarea que corresponde a
los cónyuges y cada uno debe ocuparse, dentro de ella, de los
aspectos en los que sea más competente, sin distinciones de
género.
Dorothy Canfield Fisher
(Kansas 1879 - Vermont 1958) fue una escritora
norteamericana de amplia producción narrativa y
muy comprometida con actividades sociales que
en su época gozó de notable fama en su país. Su
amistad con Willa Cather, Eleanor Roosevelt y
María Montessori da pruebas de la amplitud de
sus intereses e implicación personal tanto en el
ámbito de la literatura como en el de la política y
la educación. Introductora del método Montessori
en Estados Unidos, se ocupó también de diseñar
en su país los primeros programas de educación
para adultos y fomentó la impresión de prensa y
libros en braille para los vetera-
nos de la primera guerra mundial
que habían perdido la vista a
consecuencia de acciones
militares. Su literatura, de factura
tradicional, estuvo bien valorada
a comienzos del siglo XX, cuando
llegó a competir con Edith
Wharton por el Premio Pulitzer,
pero cayó después en el olvido,
durante décadas en las que
predominaron las vanguardias
experimentalistas de forma y los
contenidos de carácter contesta-
tario.
Dulce Hogar
Dorothy Canfield Fisher
La reedición en 1999 de “Dulce Hogar,” publicada en 1924,
supuso un redescubrimiento sorprendente por la vigencia de su
temática, la armonización de funciones del hombre y la mujer
en el ámbito de la vida conyugal y la repercusión que esta tiene
en la educación de los hijos. Inédita en España hasta ahora, su
traducción llega en un momento en que la problemática que
plantea conecta plenamente con los intereses de muy amplios
sectores de público.
SL
TROA DESTACA
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TROA