(Amherst, Massachusetts, EE.UU, 1830 - 1886)
Escritora y poeta, cuya poesía apasionada la ha situado junto a los grandes poetas fundacionales estadounidense como Edgar Allan Poe, Ralph Waldo Emerson y Walt Whitman. Pasó gran parte de su vida recluida en una habitación de la casa de su padre en Amherst y, excepto cinco poemas (tres de ellos publicados sin su firma y otro sin que la autora lo supiera), su ingente obra permaneció inédita y oculta hasta después de su muerte. Estudió en la Academia de Amherst y en el Seminario Femenino de Mount Holyoke, Massachusetts, donde se formó en un ambiente calvinista rígido e intransigente, contra el que manifestó una franca y directa oposición e impregnó profundamente su personal concepción de Universo.
Dickinson se aisló muy pronto del mundo y no admitió, a partir de entonces, entrar en contacto con nadie que no estuviera a la altura de sus conocimientos y de sus afectos, como lo estuvieron, por ejemplo, sus cuatro preceptores : Benjamin Franklin Newton, quien le hizo leer en edad muy temprana a Emerson, y luego el reverendo Charles Wadsworth, el escritor Samuel Bowles y el Juez Otis P. Lord, con quienes mantuvo una correspondencia abundante y asidua a la que hoy recurren todos aquellos que desean ahondar en la aventura espiritual de tan excepcional personalidad.
Su escritura de gran complejidad intelectual fue, en parte, producto de la soledad y del aislamiento de cualquier tipo de vida social. En ella la extrañeza, la soledad, la sutileza dialéctica conforman la riqueza de sus imágenes y de sus sensaciones. Jorge Luis Borges dijo de ella: "No hay, que yo sepa, una vida más apasionada y solitaria que la de esa mujer. Prefirió soñar el amor y acaso imaginarlo y tenerlo".