© Nicolás Rubiolo
a tu
alcance
el
mundo
ENTREVISTA
SL
Con Prudencia Prim buscaba un personaje que pudiese
ubicarse en cualquier escenario europeo, sobre todo
teniendo en cuenta, que el pueblo es resultado de la unión
de gente de diferentes lugares. Ella es una mujer moderna,
titulada, llena de autosuficiencia, pero al mismo tiene
encima una rigidez tremenda, con un gran sentido del
orden aunque luego se va flexibilizando.
Si tuvieras que darle una ubicación geográfica
real a San Ireneo de Arnois, ¿dónde sería?…
Creo que lo ubicaría en Normandía, un espacio bello y
acorde con la historia.
En tu novela se respira el aire de la religión en la
mayoría de sus páginas.
La religión está en todas partes aunque en la novela no
haya utilizado términos teológicos o religiosos: es un
pueblecito a la sombra de una abadía benedictina, se
celebra la Navidad, el converso tradicionalista de misa
en latín que protagoniza la historia (si ella busca la
belleza, él ha llegado hasta donde está a través de la
razón, en una búsqueda de la verdad) y que en el fondo
es un escolástico convencido… aunque no utilice pala-
bras concretas. De hecho, uno de los temas principales
es la búsqueda de la trascendencia, pero desde la tradi-
ción espiritual europea.
¿Tienes ya nuevos proyectos que puedas
comentar?
Por ahora ir viendo cómo se desarrolla esto que para mí
es una aventura que acaba de empezar, seguir con mi
trabajo en Cinco Días que también es muy absorbente e
interesante, y poco más. No estoy escribiendo nada ni
planificando nuevas ideas, solo seguir adelante con mi
vida tanto personal como profesional. Poco a poco.