Novela que arranca cuando una cooperante de una
ONG realiza un informe sobre los asentamientos
ilegales en territorio palestino. Para ello se pone en
contacto con Ezequiel Zucker, un anciano que le
relata su historia, remontándose a la Rusia de los
zares, a finales del siglo XIX. Avanza el siglo XX y la
comunidad judía sigue siendo víctima de ataques,
hasta llegar la Segunda Guerra Mundial con el opro-
bio nazi que alcanza a los Zucker. A su vez, se van
fraguando las hostilidades entre judíos y palestinos,
proceso lento que, con la partición en 1948, se conso-
lida y recrudece.
Extensa y ambiciosa obra que cuenta las vicisitudes
de dos sagas familiares cuya acción se desarrolla en
diversos escenarios y se centra en describir la fuerza
de una amistad que pervive a través de varias genera-
ciones. Sus protagonistas encarnan arriesgadas aven-
turas en una crónica bien documentada acerca de los
principales acontecimientos históricos del siglo XX
en torno a los judíos, hechos entrelazados con
pequeños relatos humanos en los que hay amor,
sufrimiento, emociones y rencillas. Se trasluce una
defensa de la paz y de la convivencia independiente-
mente de las creencias y modo de pensar.
Un narrador de identidad no precisada, evoca en esta
novela la figura de su tío Pedro, hermano de su
madre, que, apenas acabada la carrera de medicina
en Madrid, se vio obligado a participar en la guerra
civil de 1936-39. Una vez finalizada ésta, regresó a
casa “roído por un mal” que lo llevó poco después a la
tumba, acabando la treintena, sin que padeciese
ningún mal determinado.
El narrador, al hilo de unos recuerdos, que se adivinan
ya un tanto lejanos, trata de diagnosticar cuál fue
aquel padecimiento, no como producido en las heri-
das del cuerpo, aunque también las hubo, sino deri-
vado de las del alma. La intención del autor pretende
más bien señalar el daño moral que sufren quienes
posean un espíritu caballeresco e idealista, en
circunstancias coincidentes, al margen de diferencias
de tiempo y lugar. El relato desarrolla el argumento
con cierto nebuloso desorden, al modo en que fluyen
los recuerdos, sin excesiva fidelidad al detalle pero
con sentimientos muy cuidadosamente reflejados. La
obra, escrita con estilo muy cuidado, de tono intimis-
ta teñido de suave melancolía es una creación neta-
mente literaria, aunque con reminiscencias históricas
y sociales.
SL
LIBROS FINALISTAS
14
TROA
Dispara, yo ya estoy muerto
Plaza & Janés
912 págs. 22,90 €
Retorno de un cruzado
Encuentro
211 págs. 15,00 €