J
osephine Tey presenta a
una sorprendida señorita
Pym quien, con una vida
hasta la fecha bastante
anodina como profesora de
francés, logra cosechar un
gran éxito con su primer
libro sobre psicología
popular. Una antigua
condiscípula la invita a
trasladarse a la campiña
inglesa para impartir una
conferencia en la escuela de
la que es directora. Lucy
Pym, tras un primer impulso
de huida una vez cumplido el
compromiso, pospondrá
varias veces su regreso...
Josephine Tey es el seudóni-
mo de la escocesa Elizabeth
Mackintosh, célebre escritora
de novelas de intriga de la
primera mitad del siglo XX.
SL
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TROA
“La vida, con sus pequeñas
alegrías y momentos de
felicidad, pero también con
sus tristezas y
desconcertantes altibajos, es
el tema de esta novela”
La cuidada ambientación, a
base de pequeños detalles de
apariencia intrascendente
pero reveladores de
sentimientos profundamente
humanos envuelve al lector
en un clima novelístico muy
grato.
N
arra la vida de una mujer
norteamericana nacida en
Brooklyn en las primeras
décadas del siglo XX. Alice
McDermott traza un detalla-
do fresco costumbrista de
esa zona de Nueva York que
en aquellos años aún
conservaba cierto carácter de
pueblo pequeño donde
todos sus habitantes se
conocían y los niños jugaban
en la calle. El valor de fondo
del relato reside en la
profunda humanidad de los
personajes, que se conserva
viva a lo largo de muchos
años y muchos sinsabores y
donde la compasión y el
afecto predomina sobre el
recuerdo de pasadas
ofensas.
E
stamos en Brooklyn y
corren los años veinte. La
chiquilla que conocimos en
Un árbol crece en Brooklyn
, la
primera y exitosa novela de
Betty Smith, es ahora una
joven de nombre Margie. Sus
días transcurren entre las
horas de oficina, las quejas
de una madre dominante y
los gestos tímidos de un
padre derrotado por la falta
de ambición y cariño. Margie
sueña mientras camina por
las calles de su barrio y está
llena de optimismo
juvenil...”Mañana será
mejor”.
P
rotagonizan esta novela,
publicada en 1946, las cuatro
hijas solteras del reverendo
George Grace, pastor de la
parroquia de Wandlebury,
pueblo donde se ha instalado
la familia Abbott, a la que D.
E. Stevenson dedicó tres
novelas anteriores.
Las cuatro
gracias
narra unos meses de
la vida de Elizabeth, Sarah,
Matilda y Adeline Grace,
todas ellas igualmente
jóvenes y atractivas, aunque
de caracteres muy diferen-
tes. Como fondo en la acción
aparece el sombrío panora-
ma de la Segunda Guerra
Mundial que ocasionó
numerosas privaciones,
racionamientos y ausencia
de seres queridos pero sin
llegar a alterar el ritmo
apacible de una localidad
alejada de los escenarios
bélicos.
Betty Smith nos muestra en
esta novela los débiles hilos
con que se tejió el gran
sueño americano.