siglas ADR (Alternative Dispute Resolution).
En Europa pronto se extiende la idea; hasta
que finalmente la Recomendación número
R (98)1 del Comité deMinistros del Consejo
de Europa a los estadosmiembros exhorta
a instituir y promover lamediación familiar
o, en su caso, reforzarla donde ya existe.
Además, se recalca la eficacia de esta
institución y se señalan sus beneficios: la
mejora de la comunicación entre los
miembros de la familia, la reducción de los
conflictos entre las partes en desacuerdo, el
favorecimiento de convenios amistosos y el
mantenimiento de relaciones personales
entre padres e hijos. El Libro verde sobre
lasmodalidades alternativas de resolución
de conflictos en el ámbito civil ymercantil,
de 19 de abril de 2002 de la Comisión de las
Comunidades Europeas, desde la perspec-
tiva de un espacio judicial común europeo y
tras reconocer la crisis que padecen las
administraciones de justicia, busca hacer de
la implantación de los ADR un signomás de
identidad de la nueva Europa.
En España, lamediación familiar
como herramienta de solución de conflic-
tos es relativamente reciente. En el Estado
español, tres comunidades autónomas han
publicado sus correspondientes leyes de
mediación familiar (Cataluña, Galicia y la
Comunidad Valenciana), y el Consejo
General de la Abogacía y los colegios de
abogados se han sumado a este nuevo
movimiento promoviendo y favoreciendo
su implantación en el tejido social. La
mediación familiar requiere, y a la vez
promueve, la «cultura del acuerdo», es
decir, del consenso entre las partes en
conflicto. Se entiende como unmétodo,
una herramienta, un proceso, que constru-
ye puentes. Proporciona a la familia un
espacio en el que puedan tener cabida
todos aquellos temas sobre los que sus
miembros deben tomar decisiones, tengan
o no tengan relevancia legal: medidas
provisionales, custodia, visitas, régimen
económico... Si la pareja consigue llegar a
acuerdos enmediación, puede tramitar su
procedimiento de separación legal por vía
consensual. Puede utilizar unmismo
abogado y procurador, lo cual abarata el
coste, pues disminuye la duración del
procedimiento y elimina la figura incómoda
del adversario. La abogacía es una profe-
sión pionera desde sus orígenes en la
mediación.
Recientemente, en la interven-
ción de Carlos Carnicer Díez, en l
os
Desayunos de Europa Press,
(hotel Villa
Magna, 26 de enero de 2006), se reflejan
propuestas tales como esta:
«Frente a una justicia judiciali-
zada, sobrecargada de trabajo, es
imprescindible, como sucede ya en
Europa, promover e impulsar mecanis-
mos y normas legales de mediación,
arbitraje y conciliación, como una vía
extrajudicial y una fórmula real de
descongestionar los juzgados, y de
ofrecer no una justicia rápida o lenta,
sino ágil y eficaz. En esa labor de
prevención extensible a todos los
ámbitos pero sobre todo al derecho de
familia, accidentes de circulación,
controversias entre entidades de
crédito y sus clientes, arrendamientos
urbanos los abogados deben tener un
papel primordial y su regulación
supondría un interesante ahorro a la
Administración de Justicia».
Características de la
mediación
En todo caso, la mediación es
algo más que una habilidad o un arte de
los que pueda hacer uso el abogado.
Siempre será preferible considerarlo como
un método, una herramienta de gestión y
de solución, desarrollado en un proceso
con interacción del abogado y orientado a
hacer que las partes en conflicto empati-
cen cada una con el punto de vista del
otro y que a su vez ambas se consideren
los protagonistas del acuerdo. La media-
ción es una práctica que no posee un
corpus teórico propio, sino que se nutre
de diversas fuentes: la sociología, la
psicología, el derecho, las técnicas de
comunicación y de resolución de proble-
mas y la buena fe. La separación matrimo-
nial es un acontecimiento de múltiples
dimensiones: jurídica, ética, social,
económica y principalmente emocional,
psicológica. Como método de trabajo, la
epistemología de la mediación familiar es
pues interdisciplinaria a la hora de buscar
y hallar soluciones originales allí donde
parecía que las puertas estaban cerradas.
El ejercicio profesional de la mediación
exige por tanto una formación multidisci-
plinar. Pero, en todo caso, es indispensa-
ble una formación legal adecuada, para
canalizar la solución por los cauces de la
legalidad vigente y el respeto al derecho.
Los profesionales mediadores son piezas
fundamentales para el desarrollo adecua-
do de la mediación familiar y su formación
académica resulta esencial. La voluntarie-
dad junto con la imparcialidad y la
neutralidad son condiciones indispensa-
bles para que funcione la mediación
familiar. También es esencial la confiden-
cialidad. Tanto las personas en conflicto
como el mediador se comprometerán
durante el proceso a guardar secreto de
todo lo que se hable en las sesiones,
incluidas las entrevistas individuales, y a
no utilizar la información en un posterior
juicio o en contra el uno del otro. Esta
voluntariedad otorga el protagonismo a
las partes.
En suma, diremos que estamos
plenamente convencidos de que la
Mediación Familiar constituye un
instru-
mento privilegiado al servicio de la
gestión
y resolución no violenta, y por ello
constructiva, de los conflictos, la asunción
de responsabilidades y la implicación de
las personas en la solución de los proble-
mas. Por eso, nuestra sociedad debe
tratar de potenciar este dinamismo
contribuyendo a la formación de personas
que puedan dedicarse a tareas de
mediación en el campo de la familia y la
sociedad en general.
Mi novela
La mediadora
es mi
pequeña contribución a la sensibilidad
colectiva en este asunto. El imaginario de
las sociedades se nutre, entre otras
muchas cosas, de la literatura. Y
un relato
de ficción puede ayudarnos a ver y
comprender aquellas realidades que,
quizás por ser tan cotidianas, escapan a
nuestro juicio
.Para mí, escribir novelas
supone crear un universo paralelo. Creo
que cuando uno escribe, inevitablemente,
deja un mensaje. Porque en torno a
nuestra vida real suceden cosas, cosas
que ignorándolas sólo demostramos
nuestra impotencia por no poder explicar-
las, ni darles sentido; pero que suceden….
Todas las novelas nacen de una insatisfac-
ción con nuestro propio mundo; y al final
queremos que las cosas funcionen. Y
empezamos a imaginar...
A FONDO
SL
TROA
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